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Las compras online tienen protocolos de seguridad
Las plataformas virtuales, en este mes, se convierten en un centro comercial donde miles de marcas y productos se ofertan a menores costos que en las tiendas físicas.
Los usuarios pueden hallar desde una mermelada orgánica hasta un electrodoméstico o un juego de sala en la red.
Juan Arroyo, experto en redes sociales, sostiene que para el usuario es “práctico e innovador” no moverse de la casa. Simplemente debe encender la computadora y entrar, de forma virtual, a la tienda preferida.
A esto -dice- se suman otras ventajas como la eliminación de largas filas para pagar el producto y las ofertas de Navidad. “Comprar por internet nos ahorra tiempo y dinero (gasolina)”.
Pero tiene sus peligros. “Los usuarios deben identificarlos para que no les den ‘gato por liebre’”.
Alejandro Freund, de la empresa nacional ‘Yaestá.com’ Freund, recomienda no hacer transacciones bancarias a la hora de pagar, sino cancelar con tarjeta de crédito y tomar en cuenta la opción paypal. El consumidor puede verificar en la Agencia Nacional Postal si el courier que utiliza es legal.
De igual manera, para adquirir estos productos es necesario seguir las reglas establecidas por las autoridades de comercio exterior.
Una de ellas es el mecanismo Cuatro por Cuatro. Es decir, se pueden traer elementos de hasta cuatro kilos y por un máximo de $ 400. Las compras electrónicas también se hacen fuera de este sistema. En ese caso se deben pagar los impuestos asignados.
A los precios finales que aparecen en el portal se agrega el costo por shipping (valor que cobra la tienda por el envío a su casilla en EE.UU.) y el monto del courier por traerlo.
Las experiencias
La consumidora Tatiana Caiza, de 42 años, adquiere el 90% de lo que necesita por la red. Su último pedido fue un paquete de adornos para una fiesta hawaiana. Ella adquirió globos, accesorios, guirnaldas y dulces para el cumpleaños de su hija.
Los pedidos -explica- tardan de dos a tres meses en llegar. Ella expresa que nunca ha devuelto un artículo. “Una vez los zapatos pedidos me quedaron grandes, pero opté por venderlos en Ecuador. No pierdes”.
Hay páginas web que se limitan a la promoción. El cierre de la venta, forma de pago y entrega del bien se establecen directamente entre el usuario y el proveedor. Los portales se financian con un porcentaje de las ventas que generen sus clientes o por cuotas de afiliación. Dentro de esta categoría se encuentran Mercado Libre, OLX y Amazon.
Por su parte, Arroyo agrega que el creciente uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) convence a los comerciantes de complementar sus actividades con la web.
Leonardo Ottati, director de la Cámara de Comercio Electrónico, dice que en 2015 este tipo de comercio generó, en promedio, $ 540 millones anuales.
La comerciante Julia Tamayo ha visto una buena oportunidad en la nueva plataforma. Ella elabora artesanías y objetos de cerámica.
Hace 10 meses, tras abrir una cuenta en la red, los promociona por ese medio. “Me simplifica la actividad. Cuando vendo fuera de Quito, los envío por courier y las personas me pagan con un depósito bancario o una transferencia”.
Varios portales obtienen sus ingresos sirviendo como intermediarios para el traslado de la mercadería desde el proveedor hacia el cliente. No cobran suscripción. Esta última característica atrajo a Julio Espinosa, fundador de la cerveza artesanal Andes Brewing, comercializada en centros de diversión.
Según la Asociación de Empresas de Mensajería y Courier del Ecuador (Asemec), las compras vía internet se incrementó, al menos, en un 40% en los últimos años. El 50,5% de la población, de acuerdo con el INEC, utilizó la red en los últimos 12 meses. (I)