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Las celebraciones por Santa Teresa continuaron
El cardenal Secretario de Estado, Pietro Parolin, celebró, en la Plaza de San Pedro, una misa de acción de gracias por la canonización de la Madre Teresa de Calcuta.
En el encuentro participaron peregrinos de diversas nacionalidades. Destacó un gran número de las Misioneras de la Caridad (orden fundada por ella).
Parolin, en su homilía, destacó que la santa consideraba como formas terribles de pobreza el no ser amados y ser despreciado. “Un tipo de pobreza presente en los países y en personas que pertenecen a las categorías que tienen medios y capacidades, pero que experimentan el vacío interior”.
El papa Francisco, el domingo, señaló que ella encarna su ideal de una iglesia pobre para los pobres.
El comunicado oficial de la Santa Sede recordó que en la Madre Teresa se evidenciaba el ejercicio heroico de la caridad y la claridad en el anuncio de la verdad. “Vemos la laboriosidad constante, alimentada por la profundidad de la contemplación, el misterio del bien cumplido en la humildad y sin cansancio, el resultado de un amor que duele”.
El Papa Francisco comentó que defendía incansablemente la vida, proclamando que ‘el que aún no ha nacido es el más débil”.
Pizza repartida entre los pobres
Al terminar la ceremonia de la santa Teresa de Calcuta, Francisco ofreció una fiesta, en el atrio del Aula Pablo VI, para 1.500 pobres y necesitados.
Según el Arzobispo polaco Konrad Krajewski, hubo una pizza napolitana preparada especialmente para la ocasión.
El almuerzo festivo no constaba en el programa oficial de las actividades y fue anunciado poco antes de la ceremonia de canonización.
La Agencia Católica de Informaciones (ACI) en América Latina, con sede en Perú, indicó que estuvieron en la reunión personas de toda Italia: Milán, Bolonia, Florencia,
Nápoles y Roma. “Los que han llegado desde otras ciudades, han viajado a Roma durante la noche para participar primero en la canonización y luego en el almuerzo”.
El almuerzo fue servido por 200 hermanas Misioneras de la Caridad y 50 hermanos de la congregación masculina.
De su la lado, la Arquidiócesis de Guayaquil destaca detalles de su vida. Por ejemplo, resalta que Juan Pablo II permitió la apertura de su causa de beatificación. (I)