La lana de alpaca aún se usa para la confección de prendas
El frío del páramo curte los rostros de los habitantes de las comunidades pertenecientes a la parroquia Tushín, situada a 30 kilómetros del cantón Biblián, provincia de Cañar.
Las 120 alpacas que están a su cargo, se pierden entre el verdor del campo y la neblina que cae en el sitio. Treinta personas de la Esmeralda y Cebada Loma se dedican a la confección de prendas de vestir con lana de alpaca, pero también a proteger las fuentes hídricas del sector.
Manuel de Jesús Palaguache, habitante del lugar, dice que las comunidades trabajan en este campo y sus utilidades van en beneficio de las familias que viven en este sector y no tienen fuentes de trabajo. Pero también colaboran para levantar proyectos en beneficio de todos.
En la zona se ejecuta un programa comunitario de cuidado del páramo para preservar la biodiversidad y las fuentes hídricas que dan origen a los ríos Burgay y Déleg, que atraviesan la provincia de Cañar. “Aquí estamos para proteger lo que es nuestro”, manifestó David Palaguachi.
Iniciativa
El proyecto nació en el año 2002 con la compra de 25 alpacas en Perú. Pero antes, en 1990, los 30 socios de la organización adquirieron 1.100 hectáreas de terreno que pertenecían a haciendas que tenían el páramo abandonado.
Sus habitantes tejen con la lana chompas, guantes, gorros y bufandas que luego son vendidos en los diferentes talleres o ferias que se realizan en la provincia.
Rosario Pillco, moradora de la zona, indica que la lana de alpaca es muy buscada por quienes saben de este producto. “Al año ya se puede obtenerlo”.
El trasquilado de la lana se efectúa de forma artesanal usando tijeras. Por lo general se realiza en octubre e intervienen los mismos socios. También aprovechan para realizar una revisión integral de los animales como desparasitar, igualar los cascos (pezuñas) y revisar los dientes.
Las alpacas y las vicuñas tienen fibra, mientras que las ovejas tienen lana. La medida que identifica y diferencia entre fibra y lana es el espesor del pelo, que se mide en micras, para ello se dispone de un “lanómetro” con el que se determina la calidad.
Además es el único animal del cual se puede obtener la fibra de hasta 25 tonalidades y ocho colores definidos, lo cual suele ser apetecido por la industria nacional y extranjera.
Pero no solo la lana es utilizada; su carne sirve como alimento y medicina. Según Manuel Palaguachi se puede hacer un asado, fritada, hornado y sancocho. Su precio está en los 3,50 dólares la libra, pero si un cliente lleva en grandes cantidades, el valor puede disminuir.
“Su carne es medicinal, es buena para curar la artritis y para eliminar el colesterol”, dijo el hombre que no muestra tener frío, pese a que la temperatura marca 3 grados centígrados y corre un viento “helado”.
El Municipio de Biblián y la Junta Parroquial del sector trabajan en este sitio, con capacitaciones y ayudas económicas a sus habitantes para levantar proyectos. También aportan con la presencia de técnicos para el cuidado de la naturaleza. (I)
Beneficio para el ambiente
La alpaca mantiene la característica de ser ecocompatible con el medio ambiente; su presencia en el entorno conserva el agua dulce y los sumideros de carbono y mejora el agua, según estudios oficiales.
Una de sus fortalezas, a más de la calidad de la fibra, es la adaptabilidad al medio natural para la conservación de los páramos, ya que es el único animal de pezuñas que no tiene cascos en sus patas. Las alpacas poseen suaves almohadillas en las patas, con lo que el daño al suelo es mínimo. (I)