La vestimenta común de los quiteños en este ‘clima bipolar’

El sol resplandecía en la parroquia Iñaquito, en el norte de Quito, a las 10:20 del lunes 18 de octubre de 2021. Tras días continuos de lluvia y sol, los transeúntes caminaban con atuendos poco tradicionales para un clima así. En la capital es normal que luego de un intenso calor, caiga un potente aguacero.

El clima de la ciudad es muy cambiante, a diferencia de otras ciudades donde la temporada, invernal o de verano, mantiene regularidad en las condiciones atmosféricas. Ante esto, no resulta extraño que los caminantes se movilizaran por las calles con abrigos y chaquetas para prevenir una eventual lluvia.

En las afueras del Mall El Jardín, en la avenida Amazonas, lo primero que se observaba es a trabajadores de la zona caminando apurados a su labor, jóvenes saliendo del centro comercial y adultos mayores paseando por este sector, conocido por ser el centro financiero de Quito.

La mayoría de las personas vestían de manera formal, con trajes a la medida, abrigos a la mano e inclusive paraguas para cubrirse (en ese momento) del sol. Otros ciudadanos esperaban el bus con ropa gruesa y gorras.

“El clima de Quito es cambiante. Las lluvias han caído de manera repentina, yo uso chaqueta porque hace frio últimamente. Aunque hace sol, llevo paraguas porque posiblemente llueva en la tarde”, dijo Darwin Salazar, quien se dirigía el mall para realizar trámites personales.

Los quiteños acuden al Parque La Carolina para realizar actividades deportivas o recreacionales. Curiosamente, por esta temporada invernal las personas que recorren el lugar para hacer ejercicio también usaban ropa abrigada, con sus zapatos deportivos.  Entre estos deportistas se encontraba Sergio Gordillo, de 19 años, quien trotaba y a paso rápido contaba que  vestía con una chompa porque hace unas horas estaba haciendo frío. “El clima es sofocante, espero se nuble pronto para seguir trotando”, argumentó. Tres horas después, las nubes se posaron sobre el cielo.

Dos cuadras al sur del parque, en la Plaza Argentina se visualizaban el tráfico de la hora pico, el ruido de los carros y un fuerte olor a ‘smog’. En las veredas las personas caminaban tranquilas, muchas de ellas con paraguas, otras con gafas de sol y con el uniforme del trabajo. Katy Ramírez, trabajadora del sector dijo que en las últimas semanas se acostumbró a llevar un abrigo como prenda para evitar sorpresas por el clima.

“La mayoría del tiempo no suelo usar abrigos encima del uniforme, pero el clima es cambiante con lluvias intensas y sol. Aunque la mañana sea sofocante utilizo este abrigo (de lana color negro) para no enfermarme por el frío, posiblemente llueva en la tarde”, argumentó.

A las 11:30, cuando los empleados de oficinas e instituciones se dan un salto a sus actividades para comer un refrigerio en los ‘kioskos’ que se encuentran en la avenida República, las bufandas se notaban por doquier.  El sol era intenso, pero a las personas parecía que no les importaba el calor.

Kevin Moreno, oriundo de Manabí, era uno de los pocos con pantaloneta para ese día soleado. El joven, de 21 años,  comentaba que llegó a Quito hace uno días y le ha parecido un clima agradable. “Nunca he experimentado esta temporada cambiante, de una mañana cálida y lluvia refrescante por las tardes. Uso ropa abrigada porque hace frío así haga sol”, comentó.

Así es Quito y su clima, una ciudad donde sus habitantes han empezado a acostumbrarse a que si van a salir deben estar preparados al fuerte sol de verano o a la incesante lluvia, con granizo incluido.