La solidaridad llegó a Taura de la mano de los voluntarios

Esta época navideña encierra bondad, solidaridad, espíritu afable, alegría y amor que se transmite en cada persona; mucho más cuando se comparte lo que se tiene.

Y es precisamente esa solidaridad que prima desde hace cuatro años en los corazones de Leonel Aguirre, Cristhian Morla, Douglas Zamora, oriundos de Guayaquil y Manuel Balladares, expresidente de la Junta Parroquial de Taura.

Ellos se conocen desde que eran estudiantes de la Academia Naval Guayaquil, promoción 1996-1997. Todos los años se reúnen para planificar qué tipo de ayuda brindarán a los habitantes de la parroquia Taura del cantón Naranjal.

Luego entregan juguetes a los niños y víveres a los padres de familia. En este poblado existen recintos aledaños como: Montañita, Garzal, Libertad y Casa- zinc; para llegar a esos lugares, ubicados entre los manglares, se debe viajar 30 minutos en canoa. Muchas veces la marea baja dificulta el acceso hasta estas comunas.

Leonel Aguirre miembro de esta agrupación aseguró sentirse alegre al compartir con el prójimo y desea que esta actividad se repita.

Los juguetes son canalizados y adquiridos por los integrantes de la agrupación. Antes se realiza un censo para saber cuántos niños existen en casa recinto.   
En ocasiones se pide colaboraciones a personas conocidas o amigos.  

Alrededor de 250 se receptan cada año. Sin contar con las canastas llenas de víveres.

Paulina Castillo, del Recinto Garzal aseguró que los regalos que le hacen a ella y a sus hijos le ayudan mucho porque evita que gaste de su dinero. “Esta ayuda que nos brindan debe mantenerse todos los años porque habitamos en sectores que está muy olvidados.

Con una sonrisa en sus rostros y muy emocionados, los niños reciben con sencillez sus obsequios.

Algunos los abren y se ponen a jugar entre ellos. Quienes llevan alegría se sienten satisfechos por la sonrisa que logran sacar a los menores, de igual manera a sus padres. La Navidad es para dar amor y paz. (I)