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La sociedad aún discrimina a quienes tienen tatuajes
El tatuaje cada vez es más cotidiano, al menos en la juventud. Quienes los lucen aseguran que no es un simple capricho y que están seguros de que convivirán con ellos el resto de sus vidas. Es algo para mostrar y admirar. Pero la realidad muchas veces es diferente. Se muestra, pero en vez de causar fascinación provoca discriminación.
Débora Cárdenas Guerrero, de 22 años, reconoce que ha sido vilipendiada cerca de 10 veces durante este año. Ella trabaja en servicio al cliente, pero reconoce que pocas veces los clientes le han mostrado mala cara. Más bien son sus jefes y compañeros los que suelen hacer gestos degradantes.
El tatuaje no cambia el carácter de las personas. En la actualidad la sociedad moderna comienza a aceptar el tatuaje como una expresión artística, pero quienes los tienen encuentran complicaciones al asistir a una entrevista laboral.
Las razones por las que no se permite a personas con tatuajes son: la imagen transmite rebeldía, la apariencia es poco profesional y eso atenta contra la imagen que la empresa pretende transmitir, dice el sociólogo Edmundo Cornejo.
Luis Pacheco, coordinador de Addeco, empresa dedicada a la selección de personal, dice que la contratación de personas con tatuajes depende de los lineamientos de la empresa. “Si se cuida mucho la imagen es poco probable que los contraten”, asegura.
Marttha Viktoria Robles sufrió discriminación en el medio de comunicación donde laboraba.
“Tengo 7 tatuajes conmigo y quiero hacerme más. No solo fui discriminada en una ocasión; alguna vez me invitaron a un programa de televisión y una asistente de producción me prohibió ingresar a los camerinos por mi apariencia y me pidieron tapar mis tatuajes”.
Para María Paz Maldonado, directora de radio Diblú, el tatuaje tiene un significado: marca etapas de la vida. “No tengo inconvenientes para contratar o compartir con una persona que tenga tatuajes”.
El abogado Juan Nazareno Quiñónez, coordinador de atención al cliente a grupos prioritarios del Ministerio de Trabajo, explica que no hay ninguna ley específica referente al tatuaje, pero que el artículo 11 numeral 2 de Constitución de la República dice que todas las personas son iguales y gozarán de los mismos derechos, deberes y oportunidades. “Nadie por razones de etnia, identidad cultural, ideología, ni por cualquier distinción (tener tatuajes) puede ser discriminada. Ante la ley todos somos iguales”. (I)