Punto de vista
La satisfacción de la donación
A 25 años de la aprobación de la Convención de los Derechos del Niño y recordando que según la Declaración Universal de Derechos Humanos la infancia tiene derecho a cuidados y asistencia especiales, continúan existiendo grandes retos y cifras que muestran a los niños, las niñas y los adolescentes como sujetos vulnerables y, por tanto, como un grupo cuyos derechos han de ser protegidos y reconocidos internacionalmente.
Todos los Estados deben garantizar la protección de sus derechos y superar los retos que la realidad actual plantea. Los estados latinoamericanos, y más en concreto Ecuador, cada uno valorando sus distintas realidades político-sociales y culturales, han de ser partícipes y actuar como garantes para un correcto desarrollo de la infancia.
En todos los ambientes sociales son un grupo expuesto y carente en muchas ocasiones de un debido sistema de protección que asegure no solo las necesidades materiales, sino los elementos esenciales para un correcto desarrollo de la infancia: protección, educación, salud, núcleo familiar, vivienda y estabilidad emocional, entre otros.
En Latinoamérica mejorar la realidad de la infancia continúa siendo un desafío que ni los gobiernos, ni la sociedad civil pueden ignorar. Ante esta realidad, en países como Ecuador, donde ha habido grandes avances en cuestión de garantía de los derechos de la niñez, todavía se observan grandes retos en la educación, la protección, la identidad, el trabajo infantil o la discriminación, entre otros. UNICEF es un Organismo Internacional encargado de garantizar que estos derechos se ejerzan a todo nivel, pero sin limitarse a que las niñas, los niños y los adolescentes tengan una vida mejor hoy, sino que se trabaja de manera conjunta con todos los actores de la sociedad para garantizar a las generaciones venideras un futuro mejor.
Es por este futuro que se ha de generar una conciencia social, activa y participativa, a través de la cual los responsables para garantizar una infancia plena y en igualdad de condiciones y de derechos seamos todos y todas. Por ello, hoy continúa siendo necesario que valores como la solidaridad sean un eje indispensable para asumir los más grandes desafíos al tiempo que se trabaja junto con las instituciones públicas y gubernamentales para que el compromiso con la infancia se perpetúe.
Es importante recordar que no solo con buenas intenciones se puede mejorar la situación, sino con la capacidad de compartir, que implica una concesión gratuita de uso, un regalo o una donación. Por tal razón y para seguir con la lucha, UNICEF también requiere de la capacidad de compartir con los demás y tratar de llegar a través de los diferentes medios para invitarles a ser copartícipes de esta lucha por los derechos, especialmente a través de sus donaciones económicas.
Únase a esta causa y ayude a construir un mundo mejor para la infancia y la adolescencia del país, a cambiar su historia, a reconstruir sus vidas y a que tengan esperanza en su futuro.