Depresión, demencia, esquizofrenia, trastorno bipolar o simplemente estrés son conceptos y problemas que abarca la salud mental. Se calcula que aproximadamente el 20% de los niños y adolescentes del mundo tiene trastornos o es víctima de acoso escolar, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Además, 4 de cada 5 personas necesitan atención médica mental, informa la OMS, que indica que “en todas las culturas se observan tipos de trastornos similares”.

Si es tan común, ¿por qué es un tabú hablar de una visita al sicólogo?

“Aún persiste en el imaginario que el enfermo mental (el loco) está recluido en un manicomio y con camisa de fuerza. Todos esos estigmas esperamos que se superen con la política pública de salud mental que por primera vez  se implantará en el país, para visibilizar todos los problemas de esta índole”, responde Roberto Celi, responsable del Proyecto de Salud Mental impulsado por el ministerio del ramo.

Según Celi, el programa abordará las dolencias mentales desde la sociedad y promoverá acciones de prevención para que se manejen a tiempo trastornos de bulimia, anorexia o depresión. “La idea es que todos los centros de salud públicos tengan un sicólogo o siquiatra que trate estos problemas de manera ambulatoria y solo se remitan para internación a los hospitales cuando los cuadros sean muy severos”, explica el especialista.

Datos de la OMS indican que el 86% de los suicidios por causas psiquiátricas ocurre en  países de ingresos bajos y medios y la mayoría de estas naciones cuentan con un solo siquiatra por cada millón de personas.

De ahí que el MSP apunta a ubicar a 200 sicólogos clínicos a nivel nacional para atención preventiva y ambulatoria. Este servicio iniciará en agosto.

Hace meses se desarrolló un plan piloto en Quito, en el hospital dermatológico Gonzalo González, donde se ocuparon 27 camas para atender a los pacientes mentales.

Esta modalidad funcionará en otros 7 hospitales del país. Hasta el primer trimestre de 2015 se abrirá este sistema en Guayaquil y Cuenca donde se usarán los hospitales Neumológico y Mariano Estrella, respectivamente.

Celi reconoce la falta de centros mentales especializados en el país. Por ejemplo, el Hospital Psiquiátrico Julio Endara de Pichincha está saturado, tiene más de 200 internos, “muchos de ellos podrían recibir atención ambulatoria, pero la mayoría llega ordenado por la Función Judicial, que dispone la internación y pasan varios años de esa manera sin recibir nunca la orden de salida”.  

Otra limitación en el país es la falta de especialistas mentales. El MSP trabaja con las autoridades educativas para establecer nuevas carreras afines a la salud mental.

Según Celi, se establecerá como requisito para graduarse el año rural e internado de Medicina que los estudiantes tengan y aprueben conocimientos sicológicos o siquiátricos, “con eso se garantizará una reducción de la brecha de profesionales en el servicio público”.