La planificación del embarazo evita riesgos para la madre y el bebé

La muerte materna es el fallecimiento de la mujer durante el embarazo, parto o hasta el día 42 del  nacimiento de la criatura, por causas relacionadas al embarazo o por complicaciones de él.

Eliminar la muerte materna es responsabilidad de todos: la madre junto a su pareja cumpliendo con el control e identificando las señales de peligro; la comunidad brindando facilidades para trasladar a la embarazada al servicio médico; y el Estado generando políticas y acciones.

En 2013 a escala mundial ocurrieron 289.000 muertes de madres por causas obstétricas (embarazo, parto y posparto), mientras que en Ecuador en ese mismo período sucedieron 155 casos. Para contrarrestar estas muertes, los países miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS) acordaron en 1990, como uno de sus Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM 5), disminuir la muerte materna en un 75% hasta 2015.

El doctor Walter Moya, director médico del Hospital Gineco-Obstétrico Isidro Ayora, señala que la muerte materna es prevenible y para lograrlo es importante el Modelo de Atención Integral de Salud (MAIS), que establece que las usuarias deben pasar por un censo para poder tener un control prenatal óptimo en el centro de salud más cercano al lugar de residencia.

Indica que, como parte del control prenatal, es importante el consumo de ácido fólico tres meses antes de la gestación y durante los tres primeros meses de embarazo, para prevenir problemas de malformaciones del sistema nervioso del bebé.

“El consumo de hierro en el embarazo es primordial para evitar la anemia; una alimentación correcta basada en vegetales verdes, hígado y una suplementación adecuada de hierro, para garantizar una evolución satisfactoria del embarazo”, comenta.

Agrega que desde la primera falta de menstruación es indispensable que la mujer acuda al centro de salud más cercano para empezar el control prenatal del embarazo.

Señala que es necesario tratar a tiempo los problemas de infecciones genitales. Además, es fundamental planificar el embarazo y evitar la gestación en etapas tempranas y en mujeres con edad superior de 35 años.

Para Marlene Barros, quien se encontraba en el grupo de riesgo por  contar con 39 años de edad y tener problemas de preeclampsia al momento de dar a luz a su quinto hijo, el control mensual en el Hospital de Pelileo fue importante para el nacimiento sin riesgo de su bebé. Allí los médicos le recomendaron el tipo de dieta que debía consumir; además, le suministraron los medicamentos y le practicaron los exámenes médicos necesarios.

Según el Ministerio de Salud Pública, en Ecuador,  la tasa de muerte materna en 1990 era de 90 muertes por cada 100 mil nacidos vivos, cifra que se redujo a 45 muertes por cada 100 mil nacidos vivos en 2013. La meta es llegar a 21 muertes por cada 100 mil nacidos vivos en 2015, y el objetivo final es llegar a cero posteriormente, destacó la ministra de Salud, Carina Vance.

La capacitación al personal de salud a nivel nacional es prioritario para evitar la muerte materna; por ello, el Ministerio de Salud ha elaborado 10 guías de práctica clínica en atención obstétrica, y ha lanzado recientemente una capacitación sobre atención de casos de hemorragias e hipertensión, que son las principales causas de muerte materna en nuestro país, con un 60% de los casos. En 2014 se capacitó a 1.200 profesionales en Soporte Vital Obstétrico Avanzado.

Durante 2015 se inaugurarán 17 centros de salud tipo C a escala nacional, con maternidad de corta estancia y se prevé contratar a 2.187 profesionales para suplir las principales necesidades a nivel nacional. En la provincia de Guayas, la zona más afectada por muertes maternas, se ha priorizado el fortalecimiento y construcción de varios establecimientos de salud que brindarán atención obstétrica.

El Ministerio de Salud Pública fortaleció el reporte y la vigilancia de las muertes maternas mediante el sistema informático SIVE-Muertes Evitables, en funcionamiento desde septiembre de 2014. En el pasado, las muertes maternas se invisibilizaban, pues había subregistro; hoy conocemos con mayor precisión cuántas muertes maternas suceden en nuestro país y podemos dar la respuesta necesaria.

En 2014 se imprimieron diagramas para que los profesionales de la salud puedan manejar con mayor facilidad los asuntos diagnósticos y terapéuticos de las principales patologías obstétricas en salas de atención.

El servicio ECU-911 prioriza la atención a las emergencias de mujeres embarazadas con señales de alerta. Igual pasa en los hospitales y centros de salud.

Para el Ministerio de Salud Pública, una de las prioridades es la provisión de medicamentos e insumos relacionados con la atención obstétrica, para brindar una atención materno-neonatal oportuna y de calidad, en todos los centros de salud a nivel nacional.

Se realiza la campaña comunicacional masiva ‘Ecuador sin muertes maternas’, para promover la información acerca de las señales de peligro en el embarazo, así como de las enfermedades y condiciones preexistentes que pueden complicarlo; además, se promueve la importancia de la planificación familiar y los controles prenatales en las mujeres para evitar complicaciones en los embarazos.

Enfermedades como dengue, chikungunya y malaria pueden poner en riesgo a embarazadas y a sus bebés. Deben extremarse cuidados durante la gravidez (uso de mallas, mosquiteros, repelentes, ropa que proteja) y buscar atención inmediata si se presentan síntomas.