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La permanencia de 5 horas frente a pantallas tecnológicas incrementa riesgo de obesidad
Un celular, una computadora y una televisión tiene en su habitación la adolescente Daniela Fierro, quien cursa el segundo año de bachillerato en un colegio de Quito.
A diario emplea entre 3 y 5 horas para realizar tareas y sobre todo ingresar a las redes sociales -su pasatiempo favorito-.
Ella chatea con sus amigas o ve videos durante horas de forma sedentaria. Sabe que eso acarrea problemas de salud.
Sin embargo, no piensa en la posibilidad de dejar ese dispositivo del que solo se desconecta por las mañanas, en el horario de clases.
Daniela es parte del 76,1% de la población ecuatoriana -que tiene entre 16 y 24 años- que utiliza habitualmente la computadora, según la encuesta de Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC’s) del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
La exposición excesiva a la tecnología es una tendencia mundial. En Estados Unidos, los investigadores de Harvard T.H. Chan School of Public Health realizaron un estudio en el que determinaron que el 20% de los adolescentes ocupa más de cinco horas por día en smartphones, tabletas, computadoras y videojuegos.
“El adolescente que ocupa más de ese lapso en los dispositivos es 43% más propenso a sufrir obesidad en comparación con los adolescentes que no lo hacen. Y está dos veces más predispuesto a beber una bebida azucarada por día, no dormir lo suficiente o realizar insuficiente actividad física”, reza la investigación.
En Argentina, una encuesta nacional publicada en agosto determinó que siete de cada diez adolescentes de entre 13 y 17 años permanece gran parte del día conectado.
Esta misma encuesta había dado como resultado que siete de cada diez adolescentes se conectaban apenas 30 minutos por día.
“Los jóvenes hoy hacen todo a través de la pantalla. Cambiaron las prácticas y los consumos culturales. El 60% de los chicos no mira los contenidos televisivos en la TV, si no en la computadora o en el celular”, recalca el informe.
Con esa afirmación concuerda la nutricionista Loly Robalino. Ella considera que es necesario incentivar a los niños y jóvenes a efectuar alguna actividad que implique movimiento al menos tres veces por semana. “Lo ideal es que si pasan más de dos horas seguidas frente a las pantallas alternen con actividades diferentes. Por ejemplo, utilizar un juego que implique distracción del cerebro para no saturarlo”.
La especialista recalcó la importancia de beber agua e ingerir alimentos saludables durante el tiempo que permanecen frente al computador o la televisión.
“Cuando una persona está muchas horas sentada frente a un dispositivo inconscientemente genera ansiedad por consumir productos y lastimosamente lo primero que hace es consumir snacks, los cuales agravan la tendencia a desarrollar exceso de peso”.
Para la psicóloga educativa Elizabeth Montenegro, los padres deben establecer guías para que los hijos sepan dosificar el tiempo que dedican a estos dispositivos y puedan intercambiar con otras actividades recreativas.
“Lamentablemente los niños, jóvenes y adolescentes, en la mayoría de hogares, pasan gran parte del día solos, porque papás y mamás trabajan.
Aunque ellos no estén deben imponer reglas claras sobre el uso de estos aparatos tecnológicos para evitar la inactividad y el mal uso de la tecnología”.
Educación física
La alarma por el sedentarismo desde temprana edad llegó hasta la Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura). El año pasado la entidad emitió una guía de lo que debe ser la asignatura en los establecimientos.
El documento señala que las principales causas de mortalidad están relacionadas con enfermedades no transmisibles (ENT) asociadas al sedentarismo (obesidad y enfermedades cardíacas). “El sedentarismo es el responsable de entre el 6% y el 10% de todas las muertes causadas por las ENT”.
La guía titulada “Educación Física de calidad” pide que esta materia sea considerada un componente fundamental de los programas escolares en cada país.
“La educación física en las instituciones educativas es el medio más efectivo para dotar a todos los niños y jóvenes de competencias, aptitudes, actitudes, valores que les servirán en el transcurso de la vida diaria”.
En Ecuador, la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición Ensanut 2014 reveló que 1 de cada 3 niños en edad escolar y 2 de cada 10 adolescentes padecen de sobrepeso u obesidad asociados a la mala alimentación y sedentarismo.
Por eso, hace dos años, el Ministerio de Educación incrementó la carga horaria de la asignatura dentro del currículo académico en todos los niveles. Pasó de dos a cinco horas a la semana.
Además se dejó de lado la comida chatarra en los bares para hacerlos más saludables. (I).