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Las 80 personas más ricas del mundo, según forbes, acumularon $ 1,9 mil millones en 2015
La Oxfam destaca las políticas salariales de Ecuador para reducir la inequidad social
En 2014 el tamaño de la economía mundial alcanzó un valor de casi $ 78 billones. El Producto Interior Bruto (PIB) -uno de los principales indicadores de la prosperidad económica- se ha incrementado en todas las regiones durante los últimos 30 años.
Este crecimiento macroeconómico haría pensar que se puede cumplir el objetivo de erradicar la pobreza para siempre. Nada más alejado de la realidad, dijo Winnie Byanyima, director de la organización internacional Oxfam en el último Foro Económico de Davos (Suiza).
Ante miles de asistentes la Oxfam presentó su nuevo informe sobre “Una economía al servicio del 1%”. Los principales resultados ya han ocupado las portadas de diarios en el mundo: 1 de cada 9 personas no tiene suficiente para comer y más de un millón de individuos aún viven con menos de $ 1,25 al día. En contraparte el 1% más rico de la población mundial posee más riqueza que el 99% restante de las personas del planeta.
Si esto ocurre en el mundo ¿cómo está Ecuador? ¿cuál es el porcentaje de ricos? La estratificación socioeconómica realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) señala que el 1,9% de la población ecuatoriana está en un nivel alto y el 11,2% en el siguiente nivel que es medio alto.
En este llamado ‘nivel alto’ están personas con viviendas con todas las comodidades, el jefe de hogar tiene un título superior y el resto de integrantes son profesionales y hasta científicos.
Pero el grueso de la población, según los estudios del INEC, está en la clase media, que constituye más del 80%. Quienes integran este estrato socioeconómico perciben desde $ 366 (un sueldo básico), hasta un promedio de entre $ 1.200 y $ 1.400 al mes.
“La construcción que hemos tenido históricamente nos da como resultado tener este tipo de sociedad. Eso significa que tenemos a gente con mayor poder adquisitivo, que está reduciendo la brecha”, asegura la subsecretaria de Planificación y Desarrollo de la zona 8, Romina Arteaga. Ella considera que las inequidades en cuanto a la distribución de las riquezas estuvieron acompañadas de un sistema capitalista que buscaba sobresalir sobre otros.
“No solo es un tema de mercado, es un tema que hasta la educación se volcó a esas aspiraciones. ¿Cómo eran nuestras carreras universitarias hasta hace 10 años? Todos querían ser empresarios (...) no había nada más, porque creían que tener más dinero es lo importante”. Agrega que esa masa de personas contribuye a que el rico sea totalmente rico y que las disparidades se agranden.
Para el Ph.D en Economía Fidel Márquez, lo preocupante del informe de la Oxfam es que revela cómo aún la distribución es inequitativa. Esa gran concentración de riquezas en pocas manos genera un monopolio y por lo tanto disparidades a nivel internacional.
Este proceso desigual se remonta a la década del 60. “Antes la relación era del 5% más rico con relación al 40% más pobre. Luego pasó a ser 150 a 1 y con estos números que estamos viendo notamos que el problema de la crisis alimentaria no viene dada por la falta de producción agrícola sino por la alta concentración de riquezas”.
¿Qué hacer para parar las inequidades?
La estrategia adoptada por el Gobierno de Ecuador constituye un buen ejemplo de cómo elevar de forma eficiente el bajo nivel salarial, según la Oxfam. “La Constitución ecuatoriana de 2008 incluía un artículo relativo a la necesidad de un salario digno, y en 2014 ya se había puesto en marcha una política de salarios dignos asociada al mismo”. A pesar de todos los esfuerzos la brecha salarial entre el dueño de una compañía y el obrero es amplia.
Por ejemplo, hasta 2012 el entonces presidente del Banco de Guayaquil, Guillermo Lasso, percibía un salario de $ 77.000 al mes. En ese año el sueldo básico llegaba a $ 299, es decir Lasso ganaba por mes el equivalente a 20 años de trabajo de un trabajador.
El informe de la Oxfam señala que las remuneraciones de los presidentes de las principales empresas estadounidenses han crecido 54,3% desde 2009, mientras que los salarios medios apenas han variado. “Debemos tener empresarios que digan yo no voy a dejar de ganar porque pago lo justo. A lo mejor el margen de utilidad no es el mismo, pero eso tampoco empobrece. Creo que se trata de una conciencia colectiva para que no haya exceso de una parte ni de otra”, expresa la subsecretaria Arteaga.
Un tema sobre el que reflexiona la Oxfam y que contribuye a la inequidad es el trabajo informal y sin acceso a la seguridad social. El catedrático Márquez reconoce que es un tema por superar, “pero generar empleo también depende del empresario privado. Sería una irresponsabilidad social si pensamos que el Estado podría resolver toda la situación de empleo”. (I)
Datos
En 2015, solo 62 personas poseían la misma riqueza que 3.600 millones individuos pobres. No hace mucho, en 2010, eran 388 personas.
Los ingresos medios anuales del 10% más pobre de la población mundial, en la que se concentran pobreza, hambre y exclusión, aumentaron menos de $ 3 al año en casi un cuarto de siglo.
La huella de carbono media del 1% más privilegiado de la población mundial podría multiplicar hasta por 175 la del 10% más pobre. Los menos privilegiados solo generan el 10% de emisiones de CO2.
De las 500 personas más ricas del mundo, 445 son hombres. En cambio, la mayoría de los trabajadores mal remunerados (casi el 65%) del mundo es de mujeres, que se concentran en los empleos más precarios. Por lo general, ellas reciben un salario por hora y sin beneficios sociales.
A. Latina, la región más desigual
Sueldo de Slim ayudaría a 440 mil personas
En América Latina y África, el nivel de riqueza de los millonarios se ha más que triplicado, al igual que la riqueza en China y la India, 2 de las economías emergentes con un crecimiento más rápido. Para la Oxfam, América Latina es la región más desigual del planeta. Tome de ejemplo Brasil, donde la disparidad de ingresos sigue siendo extremadamente elevada.
Si bien los ingresos del 50% más pobre de la población se han más que duplicado en términos reales entre 1988 y 2011, se han incrementado a un ritmo ligeramente superior que los del 10% más rico, esto no alcanza para superar las desigualdades sociales.
Los estados más ricos de la región reciben el 50% de lo que percibe el 5% más pobre. En otras palabras mientras 164 millones de personas viven en la pobreza (66 millones en extrema indigencia), 113 latinoamericanos integran la lista de billonarios de Forbes.
En este grupo están 65 brasileños, 16 mexicanos, 12 chilenos, 8 peruanos, 5 argentinos, 4 colombianos y 3 venezolanos. El mexicano Carlos Slim es la persona más rica de América Latina y entre las primeras en el mundo. Él es dueño de una multinacional móvil y de telecomunicaciones y con su ingreso anual podrían vivir alrededor de 440.000 mexicanos. Debido a inequidades como esta, 200 millones de personas en la región podrían regresar a la pobreza. (I)