La Marcha de las Putas dijo no a la violencia
El temporal amenazaba con mermar la cuarta edición de la Marcha de las Putas Ecuador; sin embargo las gotas de lluvia cayeron durante 15 minutos y después hubo un sol radiante que iluminó el arco del parque El Ejido, en el norte de Quito.
Hombres, mujeres y niños empezaron a caminar por una de las arterias principales de la capital hasta llegar a la Plaza Foch.
La Marcha de las Putas, que nació en Canadá como respuesta a los comentarios machistas de un policía canadiense que aseguró que las mujeres deberían evitar vestirse como putas si no quieren ser víctimas de violencia sexual, reúne anualmente a cientos de personas en el mundo que luchan para reivindicar los derechos de la mujer y erradicar la violencia de género.
En Ecuador, Ana Almeida, una de las voceras de la marcha, explicó que algunas de las consignas de la marcha son elevar la voz a favor de la libertad estética y sexual, rechazar la violencia de género, así como las actitudes negativas en desmedro de la mujer. “Esta no es una marcha solo de las mujeres, sino también de los hombres, de las familias, de las diversidades sexuales”, explicó Ana.
Decenas de personas alzaban carteles con mensajes como “Puta es una palabra en disputa”, “Mi cuerpo masculino, mi cabeza femenina”, “Sexo porque yo lo quiero, embarazo porque yo lo decido”. Además participaron de la jornada con un festival de música y arte.
Aunque la marcha se desenvolvió normalmente, previa a esta, Juan David Benítez llegó al arco de El Ejido con su guitarra eléctrica y cantó. Lo hizo sin ropa y eso provocó que la Policía intentara detenerlo por cantar así en un sitio público. Después de una extensa negociación, David se vistió, pero antes expresó su inconformidad por la violencia de género. “Canto para una sociedad de paz, más justa, sin menos violencia”, sostuvo.
Muchos de los jóvenes expresaron su disconformidad con varias ideas del Plan Familia Ecuador. Sebastián Gómez aseguró que la abstinencia no es la vía para solucionar los embarazos adolescentes, sino más bien la educación sexual que sea impartida a personas de ambos sexos. “Los embarazos tienen doble responsabilidad, de la mujer, pero también del hombre. Plantear la abstinencia como método de cuidado es caduco y no cuadra con la realidad actual”.
Alejandra Castillo (18) marchó porque considera que hay que ser responsables al tomar decisiones respecto a la sexualidad. “Debemos declararnos putas porque somos mujeres liberadas de los esquemas antiguos, no somos machistas, ni moralistas, lo que nos ha tenido esclavizadas de la sociedad”, declaró.
La Marcha de las Putas congregó a más de 300 personas heterosexuales, homosexuales, gay, etc.
