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La lógica y la creatividad juegan en Escapology
La puerta se cierra y la oscuridad en el cuarto prevalece. Solo una pantalla LED se enciende para mostrar los acontecimientos que los han hecho prisioneros de esa habitación. Los participantes en su interior comienzan a observar que el Dr. Brant creó el virus TS-51, que amenaza no solo sus vidas sino a la humanidad.
Si en sesenta minutos no logran encontrar la vacuna, el cuarto explotará con ellos dentro. Para hacerlo hay que resolver una serie de acertijos. Así se desarrolla la ficción de ‘Antídoto’, uno de los cuatros cuartos que ofrece la franquicia de Escapology, en Guayaquil. El lugar abrió sus puertas hace un año en Aventura Plaza, av. Las Monjas. “Desde el inicio fue un éxito; las salas estaban llenas”, comenta Gerald Moncayo (25), head game master del establecimiento.
La idea nació cuando el empresario Alejandro Sánchez realizó un viaje a Orlando, Florida, donde participó en uno de estos juegos de escape. Eso lo motivó a traer esta atracción a la ciudad. Fueron los primeros en transportar la diversión a Latinoamérica. Escapology se basa en juegos de escape, una actividad grupal en la que se deben abrir puertas, candados, resolver acertijos, rompecabezas y cada prueba que haya dentro de las habitaciones. Lo importante es ser creativos y comunicativos con las personas dentro del juego. En cada cuarto entran entre 2 y 6 personas. Se puede reservar el juego en línea, a través de las redes sociales o llamando al establecimiento para el día y la hora en que se desee participar. El costo es de $20 por persona, pero Moncayo asegura que entre más asistan el precio se reduce. Iván López, de 23 años, llegó a Escapology junto a su pareja. Ellos probaron la sala de ‘Shanghaied’ ambientada en la China de 1830. Ahí despertaron sin tener conocimiento de nada; habían sido vendidos como esclavos a un barco y su trabajo era tratar de encontrar las pistas antes de que el barco zarpara y quedaran cautivos para siempre. (I)