Las imágenes de la Virgen de El Quinche y de Jesús del Gran Poder encabezaron la procesión que, paralelamente, se desarrolló también en el sur de Quito.

Desde la iglesia La Unión, en el barrio La Magdalena, decenas de fieles participaron de la representación del Vía Crucis, a pesar de la llovizna.

Los devotos, disfrazados de cucuruchos con trajes de color púrpura, cargaban una cruz sobre su espalda, como una forma de representar el peso de sus pecados.

Ellos acompañaban a Jesús en su recorrido por las estaciones. A la escena se sumaron los soldados romanos y una banda de pueblo que entonaba varios cánticos religiosos.

Los devotos bajaron por la calle Puruhuá hasta la avenida Mariscal Sucre y de ahí avanzaron hacia la Tribuna del Sur, en donde rezaron por varios minutos antes de retornar al sitio de donde  partieron, en un recorrido de siete kilómetros.

Carlos Proaño, devoto de la Virgen de El Quinche, indicó que este año el mensaje para la comunidad católica fue “La fe nos une”.

Añadió que “participar en la procesión es un gran acto de fe y de expiación de los pecados”. Esta tradición, en el sur de Quito, se realiza desde  hace 15 años.