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La homosexualidad, un tabú en los trabajos
Antoine considera que la homosexualidad sigue siendo un tema ‘tabú’ en su lugar de trabajo, por lo que decide esconderla. Y así lo siguen haciendo muchos en Francia.
Él, de 26 años, cree que hablar de su vida en pareja con Guillaume, de 33, podría suponer “un freno de cara a un ascenso” laboral. En cambio, su pareja, gerente de productos en una compañía de telecomunicaciones, dijo públicamente que era homosexual.
Antoine y Guillaume ilustran la disparidad de situaciones y las dificultades que persisten en las empresas, en un país que acaba de cerrar un quinquenio en el que se aprobó el matrimonio entre personas del mismo sexo (2013).
Su caso refleja los resultados de un estudio publicado por The Boston Consulting Group (BCG), realizado entre marzo y abril, con la participación de estudiantes y jóvenes profesionales gais, lesbianas, bisexuales y transgéneros (LGBT) de Francia, Reino Unido y Alemania.
De las 1.636 personas que respondieron, el 13% de las residentes en Francia miente sobre el género de su pareja o dice estar soltera en su trabajo. En 2015, lo hacía el 11%. En Reino Unido y Alemania el 4% esconde su condición.
El 30% de los participantes percibe como un riesgo declarar su homosexualidad en una compañía en Francia, frente al 49% de 2015.
No es un asunto ‘privado’
Thomas Delanot, responsable para Europa de la red GLBT y coautor del estudio para BCG, considera que “globalmente (hay) una dinámica positiva en Francia, aunque el 20% no se siente cómodo” al decir que es homosexual en su lugar de trabajo. En Reino Unido el 17% y en Alemania el 18%.
El sector empresarial es un factor importante en la elección de los jóvenes GLBT a la hora de elegir su futuro empleo y “salida del clóset”.
En Francia, el consumo y el lujo (61%), los servicios públicos (58%) y los medios y la cultura (58%) son los sectores en los que el colectivo dice abiertamente que lo es. En cambio, el 35% de los encuestados se sentiría cómodo declarando su homosexualidad en el sector de las finanzas y el 44% en la industria.
Antoine guarda un mal recuerdo de su época de estudiante, cuando hizo una pasantía en contabilidad en una factoría.
“Fue un período difícil. Era la época del debate sobre el matrimonio homosexual. La gente se dejaba llevar, nos insultaba”.
En 2013 el ejecutivo socialista, presidido por François Hollande, aprobó la ley que autoriza el matrimonio y la adopción por parejas del mismo sexo.
La adopción del texto mostró las fracturas entre las distintas posturas que hay en Francia con respecto a este tema: los debates encarnizados duraron meses y se produjeron virulentas manifestaciones de opositores, que defendían valores de la familia tradicional.
Patrick Thiébart, abogado especializado en discriminaciones en el trabajo, mencionó una “autocensura por parte de los empleados”, a pesar de que “en Francia tengamos un marco jurídico fuerte y una jurisprudencia” que respalda estos derechos. (I)