Publicidad

Ecuador, 18 de Enero de 2025
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Comparte

La hepatitis es una enfermedad que marca de por vida

Hace aproximadamente 10 años, Mónica Delgado, quiteña, asistía a un taller de capacitación en su ciudad. Según dice, ese fue el punto de partida para lo que luego confirmó que era hepatitis. “Estoy casi segura de que me contagié usando un baño contaminado... luego de un tiempo empecé a sentir dolores de cabeza, a tener los ojos amarillos y un dolor en el costado que casi no me dejaba caminar”, recuerda.

El 28 de julio de cada año, la Organización Mundial de la Salud (OMS) conmemora el Día Mundial contra la Hepatitis con el objetivo de incrementar la sensibilidad en la ciudadanía respecto a esta enfermedad viral y las afecciones que provoca, pero depende de su tipo que puede ser A, B, C, D y E. (Ver infografía ampliada)

El padecimiento se trata de una inflamación del hígado que -como consecuencia- bloquea el paso de la bilis que produce el hígado al descomponer la grasa y altera la función de eliminar las toxinas de la sangre, de producir diversas sustancias importantes y de almacenar y distribuir la glucosa, vitaminas y minerales, según una publicación de octubre de 2012 realizada por el Instituto Nacional de Salud Pública e Investigación (Inspi).

Las molestias que Mónica sintió al inicio fueron las evidencias físicas que levantaron las sospechas de que podría existir presencia del virus, indica el hepatólogo Iván Nieto Orellana. Agrega que los espacios contaminados son un ambiente propicio para la diseminación de la enfermedad.  

“El virus A causa hepatitis aguda y se transmite por vía oral o fecal. Se encuentra en agua o alimentos contaminados por la enfermedad. En cambio, el B y C se transmiten por transfusiones sanguíneas y relaciones sexuales”, explica Nieto.

En caso de la presencia del virus B -afirma- el contagio también puede darse de  madre a hijo, por lo que se recomiendan las cesáreas en lugar de partos normales a mujeres embarazadas infectadas.  

Pero estos no son los únicos riesgos. Para los especialistas, luego de padecer hepatitis existe la posibilidad de sufrir una eventual afectación del hígado a largo plazo. Los tipos A, B, C, D y E pueden evolucionar en cronicidad e inflamaciones constantes, además desarrollar la cirrosis y el cáncer hepático.

Estos virus representan un importante riesgo sanitario mundial, reflejado en los 240 millones de personas que padecen infección crónica con el virus de la hepatitis B y unos 150 millones con el de la hepatitis C”, publica la OMS.

Debido a estas complicaciones, unas 600.000 personas mueren anualmente a  consecuencia de la hepatitis B. Además, es entre 50 y 100 veces más infeccioso que el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH).

De acuerdo al último censo de población y vivienda del país, realizado por el INEC en 2010, la hepatitis A registró un total de 1.397 egresos hospitalarios, mientras que la hepatitis B, 123.

Según la revista “Análisis” de esta  institución, la vacuna  pentavalente contiene cinco antígenos que protegen a los niños contra la  hepatitis B y otras enfermedades, como la difteria, tosferina y tétanos.  

La vacuna se la administra por vía intramuscular en cuatro dosis, la primera a los dos meses de nacido, la segunda a los cuatro, la tercera a los seis y por último la cuarta dosis a los 12 meses  de edad. La OMS recalca que la inmunización ayuda a disminuir los índices de infección.

Según la organización, cada año se registran aproximadamente 1,4 millones de casos de hepatitis A en el mundo.

Contenido externo patrocinado

Ecuador TV

En vivo

Pública FM

Noticias relacionadas

Social media