La genética, un factor que podría incidir en el envejecimiento
Según la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia (AAAS), el disfuncionamiento del sistema inmunológico, los mecanismos de envejecimiento inherentes a la célula, las alteraciones del sistema endocrino y los desencadenantes genéticos, entre otros, serían las causas del maduramiento físico -es decir, del envejecimiento- y ninguna de ellas es determinante.
Pero investigadores del Instituto Karolinska (Suecia) y del Instituto Max Planck de Biología del Envejecimiento (Alemania) recientemente demostraron que la vejez depende de los genes transmitidos por las madres a sus hijos.
De acuerdo con el líder de la investigación sobre el envejecimiento, Nils-Göran Larsson, si heredamos ADN con mutaciones directamente de nuestra madre, envejecemos más rápido.
Inicio del descubrimiento
Durante cinco años los científicos sueco-alemanes observaron a dos tipos de ratones: el primero portaba disfunciones heredadas a nivel celular y disfunciones adquiridas durante su vida, y el segundo se trataba de ratones sanos.
Los resultados revelaron que “las alteraciones del ADN de una ratona apresuraban la ancianidad de sus crías y acentuaban su infertilidad” dijo Larsson.
El científico agregó que “la mitocondria (una parte de la célula) contiene su propio ADN, el cual cambia más que el ADN del núcleo (la parte central de la célula) y esto tiene un impacto significativo en el proceso de envejecimiento".
Los antioxidantes
y las manipulaciones dietéticas pueden reducir la toxicidad mitocondrialUn gran número de mutaciones en las mitocondrias desactivan gradualmente la producción de energía de la célula y tanto el ADN normal como el dañado, se transmiten de generación en generación. Tras este análisis, los investigadores concluyeron que las alteraciones presentes en el ADN materno, por pequeñas que sean, condicionan en gran medida el desarrollo de patologías durante la vejez.
Además, el estudio reflejó para el coinvestigador, Lars Olson, que “bajos niveles de ADN mitocondrial mutado pueden tener efectos en el desarrollo y provocar deformidades en el cerebro". Incluso, los investigadores ya publicaron el reporte “Mutaciones de ADN mitocondrial agravan el envejecimiento y pueden afectar el desarrollo del cerebro” en la revista Nature, publicación especializada en ciencia.
Finalmente, Larsson afirma que el estudio servirá para combatir el envejecimiento con el desarrollo de fármacos, pero aún no se sabe si el estilo de vida de las personas podría regular el ADN dañado que tienen las mitocondrias. Mientras tanto, antioxidantes como las bayas o zanahorias disminuirían el ritmo de envejecimiento.
Criterios encontrados
Por otro lado, Jaime Miquel, exdirector del Laboratorio de Envejecimiento de la NASA, ha manifestado en entrevistas que el ciclo de inicio de la vejez ocurre “a los 30 años porque se produce un cambio de la fisonomía: aumenta el peso, baja el metabolismo y los niveles de ciertas hormonas, aparecen cambios en los patrones de sueño y se pierde memoria”.
Entre otras cosas, la literatura médica desarrollada alrededor de la vejez explica que este proceso puede ser desacelerado por una dieta rica en frutas y verduras, el ejercicio físico moderado y la actividad mental; estos hábitos activan los factores neurotróficos capaces de rejuvenecer el cerebro.
Como un caso de estudio respecto a este tema específico podría citarse al Valle de Vilcabamba, en la provincia de Loja, lugar conocido por sus longevos habitantes.
En esta provincia la gente se alimenta de las propias cosechas del lugar y de una gran cantidad de frutas. También los habitantes tienen una muy baja incidencia de enfermedades como artritis, cáncer, hipertensión arterial y problemas cardiacos, lo que les permite llegar a edades avanzadas. "Desde 1970 se acentuó la llegada de turistas extranjeros a Vilcabamba porque este sitio ofrece bondades contra enfermedades cardiovasculares”, informó el investigador Víctor Carpio.
Para el director del programa de Biología en el Instituto Nacional para el Envejecimiento de EE.UU., Felipe Sierra, “el envejecimiento está en un 25% en los genes y el resto en nuestro comportamiento, como tener una buena alimentación o la práctica de ejercicios”.