Declaratoria de emergencia por falta de fármacos
La entrega de medicina mejora en 3 centros de salud del país
Son las 18:00 y en los exteriores del Hospital del Día Efrén Jurado, del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) más de 50 personas esperan sentadas por su medicina. A esta hora en las ventanillas de la farmacia del centro de salud, la entrega de los fármacos es más fluida que durante las mañanas.
El miércoles fue uno de esos días. Luego de ser atendido en urología, Leonardo Arellano, quien tiene 80 años y usa silla de ruedas, fue movilizado por su hija María hasta la farmacia. Allí, a ambos les tomó por sorpresa recibir 9 cajas de tamsulosina o contiflo, medicamento con el que se trata la hiperplasia benigna en la próstata y que antes tenían que comprar a un costo superior a $ 8 en farmacias particulares. “Aquí me las dieron para tres meses hasta que le toque nueva consulta. Me sorprendió mucho porque siempre se agotaban en la farmacia del hospital, no había stock”, indicó María.
Otra de las pacientes que ve mejoras en la entrega de las medicinas es Gloria Cabrera, de 77 años. Ella fue diagnosticada hace un año con alzhéimer, por lo que toma a diario 3 pastillas para la memoria.
Su hija Priscilla asegura que su madre debe cuidarse por ciertos episodios de olvido que le dan. “Hay días en que pierde la lucidez, por eso estoy pendiente de que tome lo que le dan. Aquí ella recibe todo. Antes solo había una, pero ahora hasta las cajas de parches que afuera cuestan $ 10 me las dan”, dijo Priscilla.
En el Hospital del Seguro de Riobamba el abastecimiento de los medicamentos se mantiene en un 70%. Se espera que para septiembre esta cifra aumente al 100%.
Daniel Harnisht, director del Instituto de Seguridad Social de Chimborazo, asume la responsabilidad: “Nosotros debemos atender al paciente, por ello, si por alguna razón el Seguro no dispone en ese momento de la medicación o el tratamiento, nosotros lo resolvemos”.
Para aquellos pacientes dependientes de medicinas y tratamientos por enfermedades catastróficas, el centro de salud cuenta con convenios en otras casas de salud. Además, pueden acudir sin problemas hasta la institución.
En Quito, los afiliados al IESS también evidenciaron tranquilidad porque mejoró el abastecimiento de medicinas. Sin embargo, Blanca Vargas, de 70 años, quien padece diabetes, contó que ayer después de su cita médica le informaron que uno de los cuatro fármacos recetados (levotiroxina) no está aún disponible en el hospital Carlos Andrade Marín. “Tendré que conseguirlo en una farmacia particular para no interrumpir el tratamiento y complicar mi estado”, expresó.
Por su parte, Vladimiro Álvarez, de 78 años, quien necesita medicina para el corazón, la próstata y la artrosis, dijo que mensualmente gasta más de $ 100 en medicinas.
“Lo ofrecido es deuda, pero hasta el momento no se ha cumplido con todas las promesas realizadas con los medicamentos”, acotó.