La desnutrición afecta a regiones rurales de Perú
El Departamento de Huancavelica, ubicado en el sector centro-sur de Perú, de acuerdo a recientes estadísticas, es el lugar más pobre del vecino país: el 88% del total de la población carece de los servicios básicos.
Con una economía sostenida en la minería informal, este departamento peruano, habitado por 206.506 hombres y 220.503 mujeres, tiene una de las mayores tasas de desnutrición en el país peruano.
El 53% de los niños menores de cinco años en Huancavelica sufría de desnutrición crónica en 2012. Es decir, 5 de cada 10 infantes carecen de alimentación y nutrientes necesarios para el desarrollo de su cuerpo y mente.
La magnitud de la malnutrición se repite en varias provincias pobres peruanas: Cajamarca, Loreto, Apurimac, Amazonas y Ayacucho. En Perú el índice de desnutrición infantil es de 18,1%.
En todos estos departamentos, la parte más afectada por la incidencia de esta condición se encuentra en el campo.
En el país vecino, la desnutrición infantil crónica es de 18,1%, según el Instituto de Estadísticas.Un reciente informe del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) señala que el 37% de niños afectados está en el área rural, distanciados en 26,9 puntos porcentuales del 10,1% de pequeños perjudicados en el área urbana.
Tal ha sido el grado de penetración de la desnutrición en el seno social, que paralelamente a los efectos que envuelven a los niños se encuentran las huellas que la enfermedad deja en las madres.
En 2011, un 17,4% de mujeres entre los 15 y 40 años padeció algún tipo de anemia. El 14,6% de las féminas en edad fértil tuvo anemia leve. Mientras que el 2,5% sufre de anemia moderada y el 0,3% posee esta condición de forma severa.
En la base de la contradicción, en las poblaciones costeras Lima, Tacna, Callao, Arequipa, Ica, Tumbes y Moquegua ha disminuido el índice de desnutrición infantil.
La diferencia, parece que radica, que en las poblaciones como Huancavelica, adentradas en la región alto-andina, la escasez no solo se refleja en la falta de comida, sino también en las infraestructuras básicas de la convivencia humana.
Gran parte de la población rural ubicada en los cinturones de pobreza no tiene acceso ni siquiera a una deficiente atención médica.
En agosto del año pasado, y precedido de una campaña que mencionaba la lucha contra la desnutrición infantil como el objetivo central del gobierno de Ollanta Humala, se presentó el compromiso puntual del mandatario para solucionar este problema.
La iniciativa consistía en poner en marcha un programa que disminuyera el índice nacional de desnutrición a 13 puntos porcentuales hasta el año 2016.
Los planes y programas que se implementan para atender los 600 mil casos crónicos de esta enfermedad se relacionan con promover el liderazgo de los gobiernos sectoriales y regionales del país para que el trabajo sea más integral.
El gobierno de Humala destinó 2,7 millones de soles (más de $ 960.000) que se invertirán en cuatro años para activar programas que contrarresten la malnutrición infantil en el país.
El trabajo del Ministerio de Salud y de los sectores locales ha sido uno de los espacios en que se ha visto mayor énfasis.
Se han capacitado, además, agentes comunitarios, comunicadores y periodistas de la región para contrarrestar este problema.