La cuna de las primeras “obispas”
La Iglesia Anglicana de Gales hizo historia luego de aprobar -tras un voto histórico- la ordenación de obispos mujeres en el país, poniendo así más presión a la Iglesia de Inglaterra para que siga el ejemplo y termine de una vez por todas con la histórica desigualdad de género dentro del protestantismo.
El órgano de gobierno de la Iglesia de Gales, compuesto por 144 obispos, clérigos y laicos, votó este jueves por amplia mayoría para aprobar la ordenación de obispos mujeres, tras un cónclave de dos días en la ciudad de Lampeter (oeste galés).
La medida anula una decisión tomada hace cinco años, cuando la Iglesia había rechazado dichas ordenaciones. La votación de esta semana implica además que las Iglesias Anglicanas de Irlanda, Escocia y Gales han aceptado a mujeres como obispos, aunque será la galesa la que cuente con su primera obispo mujer.
Sin embargo, deja a la Iglesia de Inglaterra cada vez más aislada al respecto, y obligará al actual arzobispo de Canterbury, el reverendo Justin Welby, a buscar una salida para finalmente permitir que las mujeres puedan ser ordenadas como obispos en suelo inglés.
En medio de un acalorado debate en el cónclave de esta semana, el arzobispo de Gales, el doctor Barry Morgan, argumentó que “no tiene ningún sentido teológico” rechazar a las mujeres dentro del episcopado anglicano, en especial cuando sí se aceptan féminas como reverendos y diáconos.
En ese sentido, el canon Patrick Thomas de la Iglesia de Carmarthen, uno de los clérigos que apoyó el cambio, bromeó al indicar ante los presentes: “Estoy tan contento con un obispo Wyn, como con una obispo Wynona (típico nombre galés)".
Los religiosos consideraron por mayoría que excluir a las mujeres de cargos que en el pasado eran destinados solo a los hombres hace que la Iglesia Anglicana “sea menos relevante en la sociedad moderna”.
De todos modos, grupos protestantes tradicionalistas advirtieron que si Inglaterra aprueba la ordenación de obispos mujeres, evaluarán la partida a la Iglesia Católica luego de la invitación hecha hace dos años atrás por el entonces papa Benedicto XVI.
La Iglesia de Inglaterra quedó sumida en una de sus mayores crisis de la historia el año pasado, cuando una moción para permitir la ordenación de obispos mujeres, que contaba con amplio apoyo dentro del ala más liberal del credo, no logró ser aprobada en el Sínodo General por solo seis votos entre los laicos.
El Anglicanismo, una comunión con más de 77 millones de fieles en todo el mundo, también está dividido sobre la bendición de los matrimonios homosexuales, y en el Reino Unido pidió quedar excluido de una nueva ley aprobada este año en el país para legalizarse las bodas entre personas del mismo sexo.
Por su parte, Christina Rees, miembro del Sínodo General que ha hecho campaña desde hace más de 20 años para que las mujeres puedan ser obispos dentro del Anglicanismo, sostuvo que el rechazo que persiste en Inglaterra al respecto "se trata de pura discriminación".
"Los integrantes más extremos de nuestra Iglesia, los evangélicos muy conservadores y los muy tradicionalistas anglo-católicos, no tienen idea de cómo piensa la mayoría de la gente, que está a favor del cambio. Es hora de permitir que la mujer sea equiparada dentro de la Iglesia, como ocurre con el resto de las instituciones nacionales", manifestó la experta.