En una entrevista vía telefónica, Fernando Albericio, exrector de Yachay Tech, fue claro al decir que no pone en duda el proyecto de la universidad y su potencial. Aclaró que la institución puede convertirse en una universidad de renombre internacional como Harvard, pero que esto “será con el transcurrir de algunos años”.

Desde que presidió la Comisión Gestora en marzo de 2014, Albericio mantuvo un perfil reservado. Dos semanas después de su reemplazo al frente de la universidad decidió hablar con un portal web sobre lo que él llamó irregularidades en contrataciones y la gestión del centro de estudios superiores.

¿Por qué no lo hizo antes? Aseguró que conversó con personas cercanas al actual Gobierno, pero no da nombres. Aunque sí se refirió a un diálogo con el presidente del CES, René Ramírez.

Sobre las supuestas irregularidades, Albericio reconoció su responsabilidad porque, como autoridad, firmó los contratos.

Al margen de las denuncias y las críticas sobre la gestión de Yachay, en la rendición de cuentas de la institución se indica que la Comisión Gestora (órgano regulador) se ha reunido en 31 ocasiones y logró 81 resoluciones en 2014. De estas, 42 son de tipo académico.

Los miembros de esta entidad fueron nombrados en marzo de 2014; tras la salida de Albericio, la nómina la completan: Ares Rosakis, Guruswami Ravichandran, María de Lourdes Miranda y José Andrade.

Mientras que el canciller inaugural es Daniel Larson, exdecano del Eberly College of Science de la Universidad de Pensilvania. Él se encarga de la administración académica.

Una de las confusiones con respecto al presupuesto de Yachay Tech, que el propio rector actual José Andrade ha mencionado, es que se identifica a la universidad con la Ciudad del Conocimiento. En realidad, este último proyecto abarca una serie de empresas (incubadoras, laboratorios, etc.) y la universidad (ubicada en Urcuquí-Imbabura) es solo una parte del total.

El presupuesto de la Ciudad del Conocimiento como tal supera los $ 80 millones anuales, mientras que Yachay Tech alcanzó los $ 7,5 millones en 2014 y el 71,2% fue ejecutado. Del total, $ 1’433.818 fueron destinados a la investigación científica y tecnológica.

Los fondos invertidos en Yachay Tech son inferiores a los destinados a las 2 universidades con mayor demanda en el país: la Central de Quito y la Estatal de Guayaquil.

La primera tuvo un presupuesto de $ 180 millones en 2014, mientras que para la Estatal en 2015 se han asignado $ 183 millones.

Las diferencias se deben al número de estudiantes, puesto que estas 2 universidades públicas albergan a más de 60 mil personas. Mientras que, al momento, Yachay tiene 610 alumnos y 65 profesores con Ph.D.

La universidad en Urcuquí fue creada también para la investigación y desarrollo tecnológico, con carreras pertinentes al cambio de la matriz productiva, como Petroquímica o Ingeniería en Polímeros. De ahí que se han construido y equipado 4 laboratorios de docencia para las áreas de física, química, biología y matemáticas.

Los alumnos de Yachay ya están haciendo investigación como parte del Proyecto Integrador de Saberes (PIS).

Entre los proyectos creados están: electricidad inalámbrica, una casa ecológica (compuesta de un filtro para crear agua potable, un inodoro ecológico, paneles solares y cobertura vegetal para aire acondicionado); producción de bioetanol a partir de residuos de cacao; y un atrapaniebla para condensar agua a partir de la niebla.

Profesionales contratados

Albericio, en la entrevista, reconoce nuevamente que el trabajo de la universidad ha sido acertado; aunque no concuerda con varias resoluciones, como los períodos de ingresos o las horas de clase.

En 2014, Yachay comenzó la búsqueda del resto de autoridades, como decanos y cancilleres. Para ser parte del equipo es necesario cumplir requisitos, como tener 100 publicaciones indexadas en revistas científicas y 30 de relevancia.

Tres perfiles han sido contratados hasta el momento: el estadounidense Paúl Backer, decano de la Escuela de Ciencias Geológicas y Geotecnia; el alemán Andreas Griewank, decano de la Escuela de Matemáticas e Informática; y la ecuatoriana Paola Ayala, decana de la Escuela de Ciencias Físicas y Nanotecnología.

Backer es miembro adjunto del Programa de la Dinámica de la Tierra y el Océano en la Universidad Federal Fluminense; Griewank es una referencia científica en el área de diferenciación algorítmica y Ayala es reconocida por su aporta a la espectroscopia de fotoemisión en materiales de carbono. (I)