La Comisión Europea propone reubicar a 120.000 migrantes más en sus países

Agencias AFP y Prensa Latina

El flujo de migrante no se detiene: unos 320.000 llegaron a Europa desde enero de 2015, a través de distintas rutas. La más reciente es Hungría, donde al menos dos mil de ellos esperan en la estación de Budapest sin papeles ni boletos de tren. Las autoridades han vuelto a impedir su salida.

Para estos 320.000 la Comisión Europea ha presentado una propuesta, que aún está solo en papeles, y pretende reubicar a tan solo 120.000. El plan también contempla un mecanismo de reubicación permanente, que se podría activar de forma automática en situaciones de emergencia.

Con esta previsión, la cifra de pedidos de refugio se elevaría a 152.000. El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, explicará la propuesta el 9 de septiembre durante su discurso sobre el Estado de la Unión en el pleno de la Eurocámara.

“Posiblemente habrá otra propuesta de reubicación temporal sobre la mesa a la luz del aumento notable de llegadas en Hungría, Grecia e Italia”, precisaron las fuentes consultadas, que  explicaron que la cifra “exacta” todavía está “en discusión”.

El diario Político informó que el Ejecutivo comunitario estudia “como opción” crear un nuevo mecanismo de reubicación temporal para 120.000 refugiados, incluidos los que se encuentran en Hungría, aunque la portavoz de Inmigración de la Comisión Europea, Natasha Bertaud, rechazó “comentar filtraciones”, afirmando que será Juncker el que “elaborará las propuestas”.

Admitió que estudian “qué se puede hacer para asistir a Grecia, Italia y Hungría” y que la propuesta de 40.000 anterior “solo era un punto de partida”.

En todo caso estas propuestas -aún en discusión y sujetas a modificaciones- serán examinadas el próximo 14 de septiembre por los ministros del Interior de la Unión Europea (UE), que se reunirán en Bruselas para abordar la crisis migratoria.

En agosto pasado, la firme oposición de España, el bloque del Este y los bálticos hizo fracasar la meta de los 40.000 reubicados en dos años, aunque los países llegaron a pactar 32.000 y prometieron revisar la cifra en diciembre.

El aumento de la crisis durante los pasados julio y agosto y la presión de la canciller alemana, Angela Merkel, para que los países se impliquen en este problema vencieron algunas resistencias, como la de España.

Este país está ahora más favorable de acoger un mayor número de personas. Como muestra de que persisten las divisiones, el primer ministro húngaro, Viktor Orban, consideró ayer que no se trata “de un problema europeo sino alemán”.

“Nadie quiere quedarse en Hungría, Eslovaquia, Estonia, Polonia. Todos desean ir a Alemania. Nuestra tarea es solo registrarlos y los registramos”, manifestó ayer Orban, para quien el flujo masivo de migrantes amenaza las “raíces cristianas” de Europa.

A los 2.000 migrantes atrapados en la estación de Keleti, las autoridades les impidieron continuar su viaje hacia Europa Occidental. Policías antimotines trasladaron ayer con engaño y a la fuerza a cientos de migrantes a un campamento.

El número de refugiados e inmigrantes que intentan llegar a Europa ha sobrepasado los 300.000 este año, frente a los 219.000 del año pasado. La situación en Grecia e Italia incrementó notablemente las cifras, ya que en estos países se han contabilizado cerca de 200.000 y 110.000 entradas, respectivamente.

Durante el trayecto ya han muerto más de 2.500 personas y esta cantidad no incluye a otras 200, que se teme se hayan ahogado, el pasado jueves, cerca de las costas de Libia. En 2014 se reportaron 3.500 muertos. (I)

Canadá rechazó el pedido de asilo de niños sirios  

Teema Kurdi, una siria que hace 20 años vive en Vancouver, era tía de Aylan y Galip Kurdi, los dos pequeños hermanos que murieron ahogados, con su madre, cuando intentaban llegar en un bote de Turquía a la isla griega de Kos. La imagen de Aylan en la playa y sin vida tras el naufragio dio la vuelta al mundo. La tía de los niños presentó una solicitud para reunificar a la familia en Canadá, pero el pedido fue rechazado en junio por las autoridades canadienses. Tras el rechazo de su solicitud de inmigración en calidad de refugiada, la familia se embarcó en un bote para huir de Turquía por mar. “El barco se hundió porque varios se levantaron (...) mis hijos se me resbalaron de las manos”, declaró Abdalá Kurdi, papá de los niños y el único sobreviviente de la familia.

A Abdalá Kurdi no le queda nada y dijo que no tiene sentido seguir su viaje. Regresará a Kobane, a la tierra del ISIS, para sepultar a sus hijos y a su mujer. Sabe que su destino no será fácil en ese lugar, y admite que es su deseo que lo entierren junto a su familia. (I)