La colonia china de Guayaquil celebró la Fiesta de la Primavera
Para aquellos chinos que tuvieron que abandonar su país en busca de mejores días, y que se los conoce como ‘de ultramar’, la celebración del Año Nuevo chino o Fiesta de la Primavera es motivo más que suficiente para reunirse y disfrutar en familia y amigos, con danza, canto, regalos, un brindis y una variedad de platos típicos.
Esto fue lo que sucedió el pasado 25 de enero en el restaurante Palacio Meimei, ubicado en Urdesa, Guayaquil, donde se congregaron los socios de la colonia china.
Algunas de las mujeres asistentes vistieron de rojo, un color que denota buena suerte según su cultura.
El excónsul de China en Ecuador, An Xinghua, detalló que para esta fecha es tradicional servir en su país ravioles (jiaozi), y que hay una diversidad de números artísticos.
En el centro del salón, decorado para la ocasión, un lienzo mostró en su centro al gallo, el animal que por doce años estará vigente para esta cultura, según su calendario lunar. “La gente que nace en el año del gallo tiene pensamientos emprendedores, le gusta tener resultados positivos. A las mujeres les interesa estar siempre bonitas”.
Benson Ma, presidente ejecutivo de la Sociedad de la Colonia China del Ecuador, organizadora del evento, explicó a los asistentes que el gallo significa que las personas nacidas en este año son muy sinceras y trabajadoras. “Hemos puesto todo nuestro esfuerzo para que estas fiestas sean de confraternidad”.
La danza del león
Esta festividad estuvo presidida por la danza del león, que recorrió el centro del salón al ritmo de los tambores que retumbaban desde el escenario. En las mesas, donde predominaban los manteles rojos, se sirvió primero una bandeja con chicharrones (hojuelas en colores blanco, rosado y celeste, elaborados con camarón molido). Luego platillos preparados con carne de cerdo, de res, pollo, y mariscos.
Las cantinas con té caliente abastecieron toda la noche a los comensales que siempre se mantuvieron sonrientes y que no dudaron en alzar su copa de vino tinto para brindar por el Año Nuevo chino 2017, que inició el pasado 28 de enero.
Lei Tongli, cónsul general de China en Guayaquil, hizo una mirada retrospectiva de cómo llegaron sus congéneres a Ecuador.
“Unos chinos vinieron a este país en la década del ochenta, en el siglo pasado; otros llegaron hace más de 150 años, y ya hay muchas generaciones aquí.
Los nuevos se dedican al comercio; los primeros se dedicaron a la agricultura en Quevedo (Los Ríos). Ahora están en Guayaquil”.
En sus tres años como cónsul, Lei ha impulsado las relaciones de amistad y de cooperación entre China y Ecuador. “Este país tiene gran simpatía y solidaridad con mi pueblo”. (I)