Según el ministerio de salud, una persona con diabetes gasta entre $ 554 y $ 23.248 al año
La cirugía metabólica ofrece una nueva esperanza a los pacientes diabéticos (Infografía)
Luego de 4 años de que le diagnosticaran diabetes mellitus tipo II, Romel Toral logró dejar su medicación hace 3 meses. ¿Cómo lo hizo? El joven de 34 años se sometió a una cirugía metabólica.
Miguel Lamota, responsable de cirugía de la sección Obesidad y Diabetes del hospital Abel Gilbert Pontón, explica que con esta operación, el bypass gástrico, la incidencia de la diabetes disminuye en 90%, hasta el punto de dejar la medicación diaria.
Según el Instituto Bariátrico de Centroamérica y el Caribe, el bypass gástrico consiste en la modificación de la anatomía del aparato digestivo, creando un pequeño estómago “que producirá restricción en el volumen de alimentos” (ver infografía). Actualmente este tipo de cirugía está avalada por el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos, la Sociedad Americana de Cirugía de la Obesidad y la Asociación Americana de Diabetes.
En el país la cirugía tiene un costo de $ 7.000 en consultorios privados, mientras que a través del IESS es gratuita.
Solo para pacientes con diabetes mellitus tipo II
Lamota explica que la diabetes tipo I es autoinmune, porque el cuerpo elimina las células del páncreas que producen la insulina. “No hay otro mecanismo: hay que hacer un trasplante o inyectarse insulina”.
En cambio, en la diabetes tipo II el mecanismo es diferente. “Se refiere al déficit de ciertas enzimas, lo cual impide que la insulina entre al músculo y hace que se quede en la sangre”.
A largo plazo esta deficiencia puede desarrollar infartos cerebrales y del corazón. “Si el paciente no tiene un control riguroso puede perder la visión y hasta tener amputaciones”, agrega Lamota.
Además, la diabetes mellitus es considerada entre las principales causas de muerte en Ecuador. De acuerdo al INEC, esta enfermedad provocó el deceso de 4.695 personas en 2013.
Lamota aclara que la cirugía metabólica tiene muchos resultados antidiabéticos, porque luego de realizar el bypass gástrico la comida pasa mucho más rápido al intestino delgado. “Ese estímulo hace que aumenten las hormonas antidiabéticas y eso regula los niveles de azúcar en la sangre (glicemia)”.
En el caso de Toral, la diabetes tuvo un origen genético, pero admitió que la ingesta de comida chatarra y gaseosas influyó. “La glucosa en la sangre no bajaba de ninguna manera, por más que hacía algo de dieta, por ende tenía hinchazón de las manos y la visión se tornó nublosa”, recuerda.
Según Toral, la medicina ya no surtía efecto y llegó a necesitar insulina, pero no la usó porque se enteró de la intervención quirúrgica. “Si no me sometía a esta cirugía, como me dijo el médico, en 10 años ya no estaría en este mundo para vivirlo porque tenía una diabetes demasiado alta”, expresa.
El médico Lamota señala que algunas personas desde los 30 años son diabéticas y manejan glicemias de 300 o 400, ‘condenadas’ a tratamiento a largo plazo y costosos. “Imagínese el costo para el paciente y para el Estado, es mejor que ese paciente se lo atienda en una cirugía porque ya no necesitará medicación”, manifiesta.
Toral, cuyo peso pasó de 220 libras a 170, gastaba $ 50 quincenales en medicinas. Luego de la operación, hoy vive sin medicinas y sus niveles de glicemia se normalizaron a 100.
El cirujano Lamota expresa que, si bien ya no necesitan medicación, estos pacientes deben consumir suplementos vitamínicos. “Nosotros ponemos en una balanza los riesgos y beneficios de la cirugía bariátrica versus las complicaciones de la diabetes y no hay punto de comparación porque la cirugía no es agresiva”, concluye.