La carencia de la ortografía en las redes interrumpe la comunicación
Las tildes, los signos de interrogación y de puntuación son cada vez menos usados por los usuarios de las redes sociales. Muchas frases han empezado a ser reemplazadas por abreviaturas. El olvido de las reglas gramaticales también se repite con frecuencia en las conversaciones por WhatsApp.
La profesora de Literatura de la Escuela Superior Politécnica del Litoral (Espol), María del Carmen Peré, reconoce que con la aparición de estas herramientas de comunicación surgió un lenguaje carente de normas ortográficas.
“El idioma es un organismo vivo que cambia de acuerdo a las necesidades de la época. Por ejemplo, el uso de las abreviaturas (BFF, mejores amigos; TT, tema del momento; Pls, por favor, y XOXO, besos) está justificado, siempre y cuando no se interrumpa la comunicación”.
Sin embargo, eso no sucede cuando hay faltas gramaticales. Ella explica que las normas para la utilización de signos de puntuación sirven para dar claridad en la comunicación. “Cuando no se han respetado esas reglas se produce una falta de comunicación. En algunas ocasiones en Twitter se han originado malos entendidos y hasta intercambios de insultos por no comprenderse la publicación”.
Asimismo, Andrea Segovia, profesora de Lengua y Literatura de la Unidad Fuerte Militar Huancavilca, señala que hay desconocimiento del impacto que tiene el uso de las tildes, comas y puntos. “Los signos no se dan por formalismos, sino para darle sentido a la oración o a una palabra. Si esto no se cumple, se pierde el contexto y su significado”.
Precisamente, un grupo de estudiantes de la carrera de Comunicación Social, de la Universidad Católica Santiago de Guayaquil (UCSG), aborda la problemática a través de la campaña ‘No eres tú, es tu ortografía’. Con esta iniciativa ellos recorren colegios y universidades públicas y privadas.
Durante 3 meses, Karla Armanza, Carlina Barzallo, Kathy Tobar y Robert Roja analizaron las faltas ortográficas más frecuentes que se cometen en Facebook y en páginas web.
“Durante la investigación hallamos errores en periodistas de la altura de Tania Tinoco, que escriben ‘xq’ para decir porque, o del anterior presidente en su Twitter, quien publicó palabras mal tildadas”, detalla Armanza.
Los estudiantes de la carrera de Comunicación Social de la UCSG recorren colegios y universidades con la campaña ‘No eres tú, es tu ortografía’. Foto: José Morán/El Telégrafo
Las razones de los errores
Según Washington Robayo, profesor de Lengua, en la actualidad las personas le dan mayor valor a lo que quieren decir y no a la forma de escribirlo.
“La estructura, las reglas y la belleza del idioma han pasado a un segundo plano; lo que prima es que los demás entiendan o tengan una idea de lo que se quiere decir”.
Para él, la deformación del lenguaje responde a la rapidez con la que esta generación vive: en forma acelerada, compitiendo por cosas de las que ni ellos están seguros. Además, para ser aceptados de alguna manera crean códigos que sirven como vínculos de comunicación y fortalecimiento de nuevas tendencias.
Nuris Pereda, profesora de Redacción y Ortografía del colegio Javier, señala que la falta de lectura incide en el cometimiento de errores.
En Ecuador, estudios del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) registran que un ecuatoriano lee medio libro cada año. “Las personas que leen más van a tener menos faltas en las redes sociales, que las que no lo hacen”.
Cristian Espinosa, experto en redes sociales y director de Cobertura Digital, asegura, en cambio, que lo que han hecho las redes sociales es amplificar los errores. “Estas son un reflejo de la sociedad y lo que pasa es que ahora se han multiplicado. Hoy esa comunidad que pasaba desapercibida se visualiza gracias a las redes”.
Afectaciones para la persona
Estefanía Concha, de 16 años, cursa el segundo año de bachillerato. Ella a diario detecta en sus grupos de amigos en Facebook faltas ortográficas. “A mí sí me importa que escriban bien. Les digo que se tomen la molestia de corregir y me responden que no les importa porque suena igual”.
El uso correcto del lenguaje -afirma Peré- es la carta de presentación de una persona.
Para ella, la poca importancia que le dan demuestra que no están preocupados por comunicarse bien con los demás, ni por respetar al que recibe ese mensaje.
Asimismo, Espinosa ve el uso del lenguaje como parte de la imagen de la persona.
“Las redes sociales se han convertido en un nuevo currículum en línea. Una persona que no respeta el lenguaje y escribe con faltas ortográficas está poniendo en riesgo su imagen, más aún si es un personaje público o vocero de una institución prestigiosa”.
En tanto que Robayo manifiesta que los errores gramaticales pueden ser determinantes en la aceptación o el rechazo de las personas en muchos aspectos de la vida, como en el trabajo, entre grupos sociales, amigos o en una relación amorosa.
Él propone fortalecer el área de lengua y literatura añadiendo más horas de clase, o incorporar una nueva asignatura afín al lenguaje que esté dedicada única y exclusivamente a la aplicación ortográfica y gramatical en las redes sociales y tomar en consideración la ortografía en el examen de ingreso a la universidad.
Segovia ve necesario rescatar el buen uso de la ortografía mediante las clases en las aulas.
“Los docentes podemos contextualizar el hecho llevando a los salones los ejemplos de conversaciones y publicaciones con errores gramaticales en las redes”.
Uso de la tecnología
- En Ecuador el 41,4% de la población de 12 años y más posee una cuenta en alguna red social.
- El 97,4% abrió una en Facebook. Mientras que el 20,4% tiene Twitter.
- El WhatsApp se ubica como la segunda herramienta más usada al registrar el 33,1% de utilización.
- El grupo etario con mayor uso de celular es la población que se halla entre los 25 y 34 años. (I)