Publicidad

Ecuador, 02 de Febrero de 2025
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Comparte

Punto de vista

La batalla cultural por el reconocimiento del trabajo en el hogar

-

En su discurso por el reconocimiento de Honoris Causa en una universidad argentina, el vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, señalaba que la hegemonía no implica solamente el liderazgo intelectual y moral sino más bien la derrota del adversario mediante la capacidad de incorporar a aquellos sectores distintos al gobierno al proyecto hegemónico dominante.

En este sentido, cabría precisar que si bien una fuerza política puede ser hegemónica cuando logra una implantación electoral uniforme en el conjunto del territorio, contribuyendo de esta forma a la nacionalización de su representación política, la hegemonía también depende de una construcción social específica, es decir, con la forma en que se elabora un sentido político que debe permear de forma continua la acción política. La batalla cultural en otras palabras.

La construcción de este sentido político respecto a las políticas y medidas gubernamentales es un factor fundamental que supera los cálculos y estrategias electorales. En los últimos días la universalización del derecho a la seguridad social en el marco de la aprobación de la Ley Orgánica para la Justicia Laboral y el Reconocimiento del Trabajo en el Hogar forma parte precisamente de dicha batalla cultural.

¿Cuál es el argumento para ello? En primer lugar, la naturalización de un estado de situación que vincula a la mujer con una función natural de su vida, como es la de desarrollar tareas hogareñas y de cuidado. Visión que ha sido naturalizada y se ha convertido en un justificativo para desprestigiar este tipo de trabajo por considerar que no aporta una fuerza laboral considerable al mercado además del supuesto que resulta imposible medir o contabilizar el trabajo doméstico.

En este escenario, un dato resulta importante: Para el año 2010 en el Ecuador, el Trabajo No Remunerado (TNR) representó al menos el 15,41% del PIB, es decir, 6,12 puntos más de lo que representó la industria de extracción petrolera, según los primeros resultados de la Cuenta Satélite de Trabajo No Remunerado publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC). De este 15,41% las mujeres tienen una participación del 12,01% frente al 3,40% de los hombres. Lo cual indica claramente que son las mujeres las que destinan mayor cantidad de su tiempo a realizar actividades del hogar no remuneradas. Esta es una tendencia que si bien se observa en el conjunto de los países latinoamericanos, en Ecuador resulta aún más marcada.

La invisibilidad de dicha labor constituye claramente un mecanismo de aquello que se conoce y edifica en la sociedad como sentido común, es decir, aquellas actividades, sentires, formas de pensar que se naturalizan y se aceptan sin cuestionamientos. Sin embargo, en el marco de la batalla cultural en la cual se encuentran inmersos nuestros gobiernos progresistas cabría precisar que estos sentidos comunes se edifican en proyectos políticos y sociales, marco en el cual la estrategia de los sectores conservadores ha sido la de presentar este estado de cosas como el orden natural de la sociedad, aquel sobre el cual no pueden implementarse reformas estructurales, dejando solo como opción la aceptación del statu quo.  

Si entonces la hegemonía consiste en derrotar al adversario, probablemente se necesite desenmascarar los mecanismos de naturalización presentes en la sociedad y posicionar los diferentes contenidos del proyecto político de la Revolución Ciudadana como una batalla cultural, capaz de modificar sustancialmente el estado de cosas actual. La capitalización política dependerá de ello. (O)

Contenido externo patrocinado

Ecuador TV

En vivo

Pública FM

Noticias relacionadas

Social media