LOs Técnicos en Atención Primaria de Salud son el vínculo entre el subcentro y la comunidad
La asistencia en salud llega de forma personalizada a los hogares (Infografía)
Los estudiantes de la carrera Técnica en Atención Primaria de Salud (TAPS) recorren diferentes sectores. Esta vez, el sitio escogido es Monte Sinaí, ubicado al noroeste de Guayaquil, en la periferia de la ciudad. El acceso a las viviendas aún es complicado, por lo que necesitan tomar una tricimoto o caminar unos 20 minutos hasta llegar al punto de encuentro.
En el subcentro de Salud de la zona, al menos un grupo de 8 TAPS se reúne una vez a la semana para visitar a las familias, a quienes les dan asesoría hace más de un año.
Con botellas con agua en mano, usando gorras y calzando zapatos deportivos los TAPS se preparan para iniciar el recorrido que generalmente se realiza desde las 08:00 hasta las 14:00.
¿Quiénes son los TAPS? Los TAPS son profesionales que se están formando en las Unidades Operativas del Ministerio de Salud Pública (MSP) para atender una demanda creciente de técnicos que permitan realizar trabajos de asistencia en salud comunitaria y preventiva.
La Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt) informó a ELTELÉGRAFO que la carrera fue diseñada bajo una modalidad dual de formación, pues los estudiantes realizan su formación teórica en un instituto tecnológico superior público y la formación práctica, en ambientes de aprendizaje reales (centros y subcentros de salud del MSP).
Esta carrera de nivel técnico tiene una duración de 2 años y fue creada, mediante resolución el 8 de mayo de 2013, por el Consejo de Educación Superior (CES) para ser implementada en 17 institutos tecnológicos públicos a nivel nacional.
La carrera inició en noviembre de 2013 y al momento los estudiantes se encuentran en su segundo semestre de formación.
De acuerdo a la Senescyt, esta alternativa de estudio se brinda solamente a profesionales de la salud del MSP. No se descarta la posibilidad de abrir a futuro la carrera al público.
Amelia Cabrera, de 34 años, aseguró que con la carrera Técnica en Atención Primaria de Salud ha encontrado una forma diferente de ayudar a su comunidad.
“Por ejemplo, si a una persona se le sube la presión le preguntamos si ya tomó la pastilla o por qué no ha seguido el tratamiento”, dijo Cabrera, quien atiende a 308 familias del sector de Socio Vivienda.
La estudiante explicó que cuando hay un plan de contigencia -como algún caso de dengue- se unen de manera eventual con otros grupos de estudiantes de la carrera TAPS para recorrer la zona afectada.
En esta ocasión, Cabrera y su equipo se unió a Mishelle Erazo, de 23 años, quien tiene a cargo a 300 familias de Monte Sinaí, lo cual representa un total de 1.500 personas que incluyen a niños, recién nacidos y adultos mayores. Entre ellos también hay un grupo de personas con enfermedades catastróficas y otras con enfermedades leves.
Uno de los sitios a visitar es la precooperativa Realidad de Dios, en donde vive doña Emérida y don Antonio, de 63 y 64 años. Ambos tienen 2 hijos con discapacidad física y un nieto que, aunque no tiene discapacidad, también necesita muchos cuidados.
“La asistencia que nos dan es favorable para los niños. Me han enseñado desde cómo estimular a mi nieto hasta qué hacer con la fiebre y el cólico que le da a mi hija”, manifestó doña Emérida.
Erazo expresó que su misión es que las personas no se queden con inquietudes, por lo que -incluso- acceden a darles su número de teléfono. “Nos tomamos más de media hora despejando cada duda con las familias. Les preguntamos de todo, desde problemas de familia y cuestiones de salud”, indicó.
Aclaró que el trabajo de los TAPS es ser el lazo entre la comunidad y el centro de salud.
“Los médicos tienen palabras muy técnicas que a veces las personas no entienden. Por ejemplo, le dicen a una madrecita que tiene sobrepeso y que no puede comer carbohidratos, pero ella se pregunta qué es aquello. Nosotros le explicamos que es el verde, yuca, fideos, arroz; así ayudamos a que todos entiendan de forma diferente lo que el médico les dice”.
Su compañera Jéssica Acosta, de 25 años, enfatizó que su trabajo, “de una u otra forma, trata de resolver el problema de las familias, porque no solo se vincula con el área de la salud, sino de manera integral”.
Según la Senescyt, los estudiantes son candidatos seleccionados por el MSP y, para garantizar su formación, se llegó a un convenio tripartito entre la entidad, el Instituto Ecuatoriano de Crédito Educativo y Becas (IECE) y el Ministerio de Salud Pública, en el que son beneficiarios de una beca de manutención que les permite continuar sus estudios o movilizarse entre comunidades y los institutos superiores.
El valor entregado es equivalente a una remuneración básica unificada que se paga a través del IECE. Después de terminar la carrera pasan a ser nuevamente servidores públicos y laborar en el mismo campo.
DATOS
Dentro del perfil del TAPS consta que debe fomentar la autorresponsabilidad y el autocuidado con la salud y el bienestar comunitario desde las edades tempranas.
El 40% de la formación académica es en las aulas de los institutos dependientes de la Senescyt y el 60% es aplicación práctica de las materias recibidas en los centros y subcentros de salud.
Al TAPS le compete brindar primeros auxilios y dar seguimiento a las referencias realizadas por el Equipo de Atención Integral de Salud (médico o enfermera familiar y comunitaria).