El calentamiento global sería una de las causas de la disolución
La Antártica pierde 60 km cúbicos de hielo al año
Los glaciares de la Península Antártica pierden hielo a un ritmo “dramático”, según un estudio satelital elaborado por expertos de la Universidad de Bristol, en Inglaterra.
La investigación concluyó que las corrientes glaciares estaban estables hasta 2009, pero destacó que desde entonces comenzaron a perder hasta 56.000 millones de toneladas de hielo por año. Es decir todo este material, fuente de agua, terminó en el océano.
Los científicos británicos consideran actualmente que corrientes de agua más cálidas en las profundidades de la Antártida serían responsables del fenómeno.
Las conclusiones del informe fueron publicadas en la revista especializada Science.
La investigación incluyó más de 10 años de observaciones satelitales del sector sudoeste en la Península Antártica, de una extensión de 750 kilómetros. En esa región una gran cantidad de glaciares se derriten a ritmo veloz y terminan en el Mar de Bellingshausen.
Video en inglés.
“En el período entre 2009 y 2010, la superficie en esta parte sur de la Península Antártica desciende a un ritmo bastante dramático, cerca de 4 metros por año en algunas partes. Esa es una señal muy fuerte”, declaró el profesor Jonathan Bamber, de la Universidad de Bristol.
“La pérdida total de hielo por año es de 60 kilómetros cúbicos. Para poner eso en contexto: 4 kilómetros cúbicos es equivalente al consumo de agua en todos los hogares británicos durante un año”, agregó. Según Bamber, los resultados del informe “son inequívocos”.
La contribución de la Antártida al aumento de los niveles de los mares como consecuencia de los deshielos es menos de 0,5 milímetros por año. Sin embargo, el nuevo patrón de deshielo hace que el sector sudoeste de la península sea ahora el segundo factor de contribución por deshielo detrás de los glaciares que se descongelan en el Mar de Amundsen.
Uno de los elementos clave del nuevo estudio británico fue el uso de la plataforma Cryosat de la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés), que orbita la Tierra a una altura de 700 kilómetros.
El satélite cuenta con un altímetro de sofisticación que logra medir la superficie de los hielos a una resolución nunca antes conseguida.
El equipo de Bristol utilizó además mediciones obtenidas de los satélites estadounidenses Grace, que incorporan los campos magnéticos de la Tierra y que pueden calcular la masa de hielo que se ha perdido en una región del continente.
Los científicos británicos concluyeron que los modelos climáticos de la Antártida no indican cambios significativos de caída de nieve o temperatura del aire durante el período analizado, que hace pensar que la rápida pérdida de hielo se debe a las corrientes oceánicas más cálidas.
“Los vientos del oeste que llegan a la Antártida han crecido en intensidad en las últimas décadas, probablemente como resultado del calentamiento global y cambios en el agujero de ozono”, afirmó el autor principal del estudio, doctor Bert Wouters.
“Ahora y debido a que estos vientos son más fuertes, están empujando más agua de las profundidades oceánicas a la plataforma continental de la Antártida. Estas aguas son relativamente cálidas. No tan cálidas como en Mallorca, pero tienen una temperatura de 1 a 2 grados centígrados, por sobre la del hielo, y por ello llevan al deshielo de los glaciares”, agregó.
El principal consejero científico del Cryosat, profesor Andy Shepherd, afirmó que el satélite europeo había identificado por primera vez ese patrón de deshielos el año pasado, “pero ahora las nuevas mediciones por pérdida de hielo son increíbles”.
“Para que hayamos perdido tanta cantidad de hielo en tan poco tiempo, los glaciares tuvieron que haberse reducido enormemente. Tenemos que seguir estudiando estos patrones y ser muy cautos”, manifestó el investigador de la Universidad de Leeds, ubicada en el norte de Inglaterra.
La cubierta de hielo o indlandsis antártico es una de las dos calotas polares de la Tierra. Cubre alrededor del 98% del continente antártico y es la masa singular más grande de hielo de la Tierra, con al menos 14 millones de kilómetros cuadrados, y contiene 30 millones de kilómetros cuadrados de hielo.
En la Antártida Occidental y bajo la corriente de hielo Ferrigno en la zona de las tierras altas subglaciales Ellsworth se ubica el cañón más gigantesco de la superficie terrestre con profundidades de 1.500 a 3.000 metros, una longitud de aproximadamente 300 kilómetros y un ancho de 25 kilómetros.
El cañón se habría formado principalmente por la erosión y de acuerdo a los científicos sería una de las causas principales (junto al calentamiento global) de la enorme pérdida de hielos que ocurre en gran parte de la Antártida Occidental. (I)