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La alimentación sana y a bajo costo es posible

La nutricionista Margarita Hermenejildo prepara, en pocos minutos, un batido nutricional con quinua y frutillas.
La nutricionista Margarita Hermenejildo prepara, en pocos minutos, un batido nutricional con quinua y frutillas.
Foto: José Morán / El Telégrafo
01 de agosto de 2016 - 00:00 - Redaccion Sociedad

La sala de espera del centro de salud de la Isla Trinitaria, un sector popular de Guayaquil, se convierte en un set de cocina.

Sobre dos mesas plásticas hay una licuadora, un recipiente con frutillas, una jarra con quinua cocinada, leche, azúcar morena, colador, cucharones y vasos.

Es lo único que se necesita -explica la dietista y nutricionista Margarita Hermenejildo- para preparar un batido con dicho cereal.

Los pacientes miran con curiosidad. Creen que el sabor no es agradable. “¿Un niño que venga a probar?”, pregunta la especialista. Una pequeña de 4 años toma todo sin fruncir el ceño.

La dietista y nutricionista demuestra su hipótesis: es posible alimentarse sanamente y a un bajo costo.

La preparación de un litro de batido similar, en casa, puede costar $ 2. “Hay que educar a los niños para que tengan buenos hábitos”.

La quinua contiene minerales (hierro, calcio, sodio y potasio) y vitaminas (A, B y C). Además de proteínas de origen vegetal.

Una libra de quinua cuesta $ 1.50 en el mercado. Con esa cantidad alcanzan 6 porciones, que sirven para preparar diferentes platos cada día.

La primera opción es el batido con leche o con fruta. Los niños menores de un año pueden ingerirlo una vez al día y los adultos con peso normal, 2 ocasiones. Si tienen sobrepeso u obesidad, solo una vez; y si sufren de bajo peso o anemia puede, hasta 3 veces en un día.

Hermenejildo explica que un vaso de 200 ml. representa 5% en vitaminas y 3% en minerales.

Para Gloria Delgado este alimento no es extraño. Lo consume desde que estaba embarazada de su última hija, hace 8 años. A partir de entonces toda su familia desayuna un vaso de batido de quinua. “Mi hija es una niña sana porque no se enferma fácilmente. Tiene buen peso y buena talla”.

La quinua también sirve para cocinar sopas, ensaladas, cakes y tortillas con huevo.

En cambio, la lenteja, cuya libra cuesta $ 1, puede ser cocida en agua y licuada en porciones de 4 cucharadas en jugos de maracuyá, naranja, piña u otra fruta. Así se hace el refresco de lenteja. Tiene alto valor en hierro.

La analista de la Dirección de Promoción de la Coordinación Zonal 8 de Salud, Adriana Salas, explica que a través de las charlas nutricionales se busca que las madres optimicen el recurso económico que tienen para preparar los alimentos. “Si solo tiene $ 2 para el desayuno, le recomendamos que haga colada de leche con avena y compre un pan. A veces tienen $ 1 y en vez de hacer una colada compran cola”.

La higiene evita la desnutrición

En la Zona 8 de Salud, que incluye a Guayaquil, Durán y Samborondón, cuantificó (en marzo) a 182 niños con desnutrición crónica. Uno de los sectores que registró un alto índice fue Puerto Salinas, en la parroquia Puná. En total, 49 niños presentaron bajo peso.

Salas advierte que la desnutrición no solo está relacionada a la mala alimentación, sino al estilo de vida, porque en algunos casos los sitios en donde habitan no cuentan con servicios básicos y el poder socioeconómico es muy bajo.

En la alimentación complementaria -observa- hay muchos problemas. “A los bebitos los tienen sucios, en el piso y cuando les dan  pedazos de frutas y pan, ellos los toman con sus manos y los contaminan. Los niños nacen con talla y peso normal, pero en el momento de hacer la inducción de alimentación complementaria puede ser que el niño tienda a tener infecciones (diarreas o vómitos), por la mala forma de preparar los alimentos”.

Según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut), el 25.2% de los niños de 0 a 5 años tiene talla baja para la edad o desnutrición aguda.

Y Unicef estima que 1.200 niños mueren a diario por enfermedades diarréicas. El ente informa que esa cantidad “se puede reducir con buenos hábitos higiénicos y nutricionales”.

El infectólogo Jorge Pérez explica que las bacterias comunes que producen problemas digestivos en la infancia, por la falta de higiene en las manos, son la salmonella y escherichia coli. El neumococo -indica- puede producir infecciones respiratorias (inflamación pulmonar). “La correcta higiene de manos debe hacerse después de ir al baño, antes y después de ingerir alimentos y antes de cocinar”.

Por su parte, la nutricionista Lilia Villafuerte sostiene que en los menores de 5 años se debe concienciar sobre cómo realizar esta práctica.

El Ministerio de Salud Pública (MSP) durante este año ejecuta la estrategia de los primeros 1.000 días de atención del niño.  Además- añade Salas- se impulsa la lactancia exclusiva hasta los 6 meses y la correcta alimentación a partir de esa edad. (I)

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