Kristhel dominó el inglés tras 6 meses en Inglaterra

Una charla en el colegio le dejó un mensaje claro a Raisa Bejarano: “Escuché que decían que era bueno estudiar afuera para tener una nueva experiencia de vida”. Aún estaba por terminar el colegio y el desconocimiento de saber lo que estudiaría en la universidad la llevó a probar otras opciones.

Bejarano recuerda que visitó las oficinas de uno de los programas para estudiar otro idioma en el extranjero. Se trataba de EF, que tiene  50 años a nivel mundial y 25 en Ecuador. En ese tiempo esta escuela ha gestionado el traslado de alrededor de 10.000 ecuatorianos a países de habla inglesa como Estados Unidos, Inglaterra, Australia, Nueva Zelanda, Sudáfrica, Malta y Canadá.

El destino de Bejarano fue Nueva York (EE.UU.), en donde se radicó durante 6 meses para perfeccionar su nivel de idioma en la lengua extranjera. “Tenía clases normales de inglés y clases de interés especial. Mi profesora hacía una clase de debate y nos ponía diferentes temas, también había otra clase llamada hot topics, como noticias fuertes, en donde tenías que leer y dar tu opinión. Me sentía bien porque sabía que si me sentaba a leer el periódico lo iba a entender”.

La experiencia se repite en otros casos como el de Kristhel Nieto, quien realizó el programa apenas se graduó en el colegio. Su destino fue  Bournemouth, Inglaterra.

“Aprendí nuevo vocabulario. En las clases de 6 horas diarias teníamos tiempo para escuchar frases y también había una sala para compartir las experiencias”, revela.

Nieto vivió con una familia anfitriona durante 6 meses y eso la obligó a adaptarse al idioma. “En la escuela sabían que no era mucho mi nivel de inglés y trataban de hablarme suave para entenderlos. Al final ya era una inglesa más, teníamos conversaciones más seguidas y podíamos compartir información local y de Ecuador”.

La decisión de Nieto fue meditada con antelación pues su intención era elegir la carrera de Ciencias Políticas en la universidad por lo que quería perfeccionar el inglés para comunicarse con personas de otros países.

En la cuarta edición del Índice del Nivel de Inglés EF (EF EPI) que clasifica a un total de 63 países y territorios, Ecuador obtuvo este año un puntaje de 51.05 sobre 100, que lo ubicó en un nivel bajo del idioma.

El informe revela que todavía hay una amplia brecha entre la enseñanza de inglés, proporcionada por la mayoría de los sistemas escolares, y las expectativas de padres, estudiantes y empleadores.

Alejandra Páez, coordinadora de marketing de la Oficina de EF en Guayaquil, señala que aprender un idioma en el exterior “da muchísimas ventajas y seguridad no solamente en la parte académica sino por la experiencia de vida (...) Hay casos de chicos que han viajado y cuando regresan tienen un nivel de inglés alto y tienen más oportunidades de trabajo”, dice.

Estefanía Padilla, directora de British School of  Language en Guayaquil, cuya escuela está autorizada por la Universidad de Cambridge, en Inglaterra, considera que luego de que una persona “identifica cuál es su meta con el idioma inglés, sus necesidades y cómo suplirlas, se requiere al menos 6 meses de preparación en inglés”.

Añade que esto depende de las aspiraciones de cada persona y la aplicación que le dé al idioma, hay personas que llegan a un nivel (medio) B2 y esto les puede tomar hasta 2 años.

Génesis Alcedo de 19 años, asegura que en 6 meses logró llegar a un nivel adecuado para viajar al exterior. Luego de tomar clases de 2 horas diarias con profesores británicos en la ciudad, decidió viajar a Bournemouth para mejorar su dialecto. “Puedo decir que ahora sé inglés en 70% y hasta homologué el examen (de la universidad) de un nivel que duraba 6 meses”, afirma.

Un programa de estudios en el exterior oscila entre $ 3.000, cuando dura un mes, y $ 13.000 el de 6 meses. El Instituto Ecuatoriano de Créditos Educativos (IECE) financia este tipo de estudios en el exterior.