Tiene 41 años, tres hijas y muchos conocimientos sobre seguridad y vigilancia. “La delincuencia está en constante evolución y se nutre de prácticas extranjeras”, señaló Aldo Guillermo Pincay, uno de los tres hombres que ingresó al Grupo de Alto Rendimiento, representando a la provincia del Guayas. Sacó 950 en el examen de ingreso a la universidad.  

Hace 23 años se graduó en el colegio Vicente Rocafuerte, decidió recorrer Latinoamérica para finalmente radicarse en Colombia, donde estudió Economía, pero no pudo terminar la carrera. “Yo hice el examen para estudiar Ingeniería a distancia en la Escuela Politécnica del Ejército”. ¿Se va para el extranjero?, se le pregunta; y responde que su familia lo apoya, que no descarta aún la idea, pero que preferiría estudiar alguna carrera relacionada con seguridad pública en una universidad extranjera, pero desde aquí, es decir, a distancia.   

Aldo, Jean Rosado y Jorge Mantilla son los tres representantes del Guayas en el Grupo de Alto Rendimiento, un destino reservado para quienes sacaron más de 945, contestando las 120 preguntas en el test de aptitudes diferenciadas.

Jorge Mantilla tiene 21 años, practica artes marciales mixtas, se ejercita en el gimnasio y tiene un dejo colombiano en su acento, heredado de su madre. “Regresé a Ecuador hace dos meses, estuve dos años en Colombia estudiando, pero regresé, no me sentía a gusto”, cuenta mientras juega con su perro huski de 4 meses. Sacó 950 sobre 1.000 en el examen.

Le gusta leer y sus preferencias las dicta su curiosidad. “Para aprender sobre nutrición leí “Burn the fat, feed the muscle”, también me interesa mucho la neumática, por eso mandé a pedir un libro de Inglaterra sobre cómo fabricar un arma neumática para cacería y tiro al blanco”. No terminó de confeccionar su rifle, pero se  interesa por  la mecánica: “Con la beca quiero estudiar, quizás en norteamérica, ingeniería mecánica con mención en robótica”.

Desea aprender técnicas extranjeras que le permitan crear máquinas para fines específicos de la industria. Le inspira el recuerdo de su abuelo colombiano: “Él fue un excelente mecánico, no tuvo formación académica, pero montó su empresa”, dice Jorge, quien se graduó en el colegio Balandra Cruz del Sur.

La nota más alta del Guayas, 967, la obtuvo el más joven del grupo, quien tiene 16 años y vive en el recinto El Empalme. Se llama Jean Lucas Rosado y todavía no se acostumbra al frío de Quito, donde está pasando sus vacaciones.

Se preparó durante dos meses para contestar las 120 interrogantes del examen. Incluso, le puso una carga más intensa a sus estudios habituales, haciéndolo por su cuenta, todos los días, desde las 08:00 hasta las 12:00 del mediodía.

Descansaba y luego retomaba los estudios a las dos, finalizando esta maratón a las 18:00, recuerda. “El esfuerzo valió la pena”.

Se graduó en el colegio fiscal mixto “El Empalme”, donde siempre se destacó por sus calificaciones, pero no fue abanderado del colegio, aunque lo esperaba. “Entonces mis compañeros se reían y me decían: oye, tú no saliste…”. Terminó el colegio, sin embargo, con un promedio de 20/20 en sus exámenes de grado.

Antes de saberse parte del GAR, quería estudiar Medicina en la Universidad Central de Quito, para convertirse en cirujano plástico o anestesiólogo, pero ahora se ve estudiando en Inglaterra. “Si pudiera entrar a Oxford o hacer una especialización en Rusia vería mis sueños hechos realidad”.

Al regreso de sus vacaciones en Quito, en El Empalme lo esperarán con una fiesta para celebrar sus triunfos académicos. Es el mayor de cuatro hermanos y se siente responsable del ejemplo que les da a todos ellos con sus acciones.

Jean toca el piano y la guitarra cuando no está estudiando; también juega fútbol, deporte olvidado por el momento, ya que los exámenes desplazaron a la pelota.

“Los bachilleres del siglo XXI son producto de la revolución multimedia” 

Guayas tiene tres bachilleres en el GAR, mientras que otras provincias registraron veintenas o centenas de jóvenes con altas calificaciones en las pruebas. ¿Por qué? Rocío Castro, ex directora provincial de educación y profesora de Lingüística, Semiótica y Lengua, considera que los últimos resultados de los exámenes de ingreso a la universidad  evidencian una realidad que “muchos vislumbrábamos con preocupación, considerando que los neobachilleres del siglo XXI ya son producto de la revolución multimedia”.

Castro explica que la televisión, la Internet, los videojuegos y ordenadores personales “ofrecen grandes dosis de programación que producen imágenes y anulan los conceptos, y que al no ser manejados con criterios apropiados distorsionan la realidad, la espectacularizan y, lamentablemente, contribuyen a la atrofia de la capacidad de abstracción de nuestros jóvenes”.

Para Guillermo García, psicólogo especializado en Planificación Curricular, en la educación media se debería hacer énfasis en materias como desarrollo del pensamiento.

“Si los estudiantes solo extraen información de la lectura se quedan en un nivel denotativo básico. Se necesita un  trabajo de inferencia lectora y de connotación, es importante que puedan hacer hipótesis”.

Castro espera que los resultados de las pruebas en Guayas contribuyan a una “reflexión seria y autocrítica de quienes tienen a su cargo la conducción de la Educación Nacional en sus niveles básico y medio, a nivel fiscal”.