Irán se moviliza para rescatar a sus últimos guepardos
Los guardias medioambientales instalaron su campamento a 2 pasos de un pabellón de caza real en el norte de Irán. Pero su objetivo no es abatir sino proteger a los últimos guepardos de Asia.
“La última vez que nuestras ‘trampas’ fotográficas captaron guepardos aquí fue hace 2 años, pero estamos seguros de que aún existen en la región”, afirma Rajab Ali Kargar, vicedirector del proyecto nacional de protección del guepardo de Asia en Irán.
“Los aparatos de fotos que se activan automáticamente no están instalados de forma permanente en la región”, explica rodeado de un pequeño equipo de guardias del Parque Nacional de Kavir (desierto en persa), a 120 km de Teherán.
La presencia del guepardo, el animal más rápido del mundo, que puede alcanzar una velocidad de 120 km/h, se extendía desde los confines orientales de India hasta la costa atlántica de Senegal, al extremo sur del continente africano.
Si bien se los encuentra en elevado número en algunos países del África austral, estos felinos prácticamente desaparecieron en el resto del continente y en el norte de Asia.
La subespecie Acinonyx jubatus venaticus o guepardo de Asia está en peligro crítico de desaparecer, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
El proyecto iraní fue puesto en marcha en 2001 con el apoyo de Naciones Unidas, “cuando se vio que solo quedaban guepardos asiáticos en Irán”, indica Human Jokar, director del programa.
Falta de presas
Actualmente su número está estimado en medio centenar. En 2016, una veintena de guepardos fueron identificados en toda la zona.
“Todos los días recorremos centenares de kilómetros para observar a los animales salvajes en el parque, cuyo acceso está prohibido a los particulares”, dice Reza Shah Hoseini, mientras se perciben algunas gacelas a lo lejos.
Shah Hoseini es uno de los 92 guardias medioambientales destacados en las 6 provincias del centro de Irán y que han recibido una formación especial para participar en el programa de protección del guepardo, que cubre 6 millones de hectáreas de zonas protegidas.
“Muchos consideran que sin este proyecto el guepardo habría desaparecido por completo en Irán”, afirma Jokar.
La guerra entre Irán e Irak (1980-1988) y la proliferación de armas provocaron una devastación en las especies salvajes, en particular los guepardos, que se refugiaron en las regiones desérticas del centro de Irán.
Al final del conflicto, “creíamos que el guepardo había desaparecido totalmente, hasta que uno de nuestros guardias avistó 2 en la región de Tabas”, contó Kargar.
“Cuando se lanzó el proyecto, el peligro era la falta de presas”, explica Jokar. Desde entonces se hicieron grandes progresos: “con la protección de zonas, el número de otros animales, como las gacelas y conejos, que constituyen el alimento de los guepardos, aumentó”.
Pese a ello, estos mamíferos se enfrentan a 2 peligros principales: los automóviles y los pastores con sus perros.
“Los guepardos salen de sus zonas acotadas para acercarse a las aldeas. Allí, los perros o los pastores, para proteger al ganado, les dan muerte. El peligro estriba en las carreteras, que son largas y difíciles de controlar”, añade Jokar. En estos 16 años, una veintena murieron atropellados en las vías.
Hembra exigente
Para sensibilizar a la población, la imagen del guepardo fue impresa en la camiseta del equipo nacional de fútbol que disputó la Copa del Mundo de Brasil 2014 y para los Juegos Asiáticos de ese mismo año.
Dado que los fondos internacionales flaquean -$ 100.000 anuales provistos por la ONU, que constituyen un cuarto del presupuesto del programa- la movilización de la opinión pública constituye un recurso para encontrar dinero, destaca Jokar. (I)
Características del animal
Desde el 1 de septiembre se recolectaron $ 170.000 para trasladar viveros desde la región de Turan, afirma Human Jokar. Para él ha sido la más importante movilización de la población civil para la protección de los animales.
También se lanzó un proyecto en el parque Pardisan, uno de los más grandes de Teherán, donde 2 guepardos, una hembra (Delbar) y un macho (Kushki), se encuentran en cautiverio en una superficie de 1,5 hectáreas, con fines de investigación y con la esperanza de que se reproduzcan.
Rajab Ali Kargar, vicedirector del proyecto nacional de protección del guepardo de Asia en Irán, explica que la hembra es muy difícil a la hora de elegir a su macho. Una señal estimulante ha sido que Delbar aceptó a Kushki, pero no logró su primera gestación.
La capacidad de aceleración de esta especie dejaría clavados a la mayoría de los más modernos automóviles; le permite pasar de 0 a 96 km por hora en 3 segundos. (I)