Ecuador supera los 108.000 casos positivos de covid 19, de ellos más de 20.000 se registran en la capital, que en estos momentos es la ciudad con mayor presencia activa del virus. Por eso un término que empieza a surgir es la denominada inmunidad del rebaño.

Una de las características del coronavirus es su capacidad de mutar.  Desde Atlanta, Georgia, el médico ecuatoriano Renzo Fornasini explica que la virulencia, es decir, la capacidad de generar enfermedad, ha cambiado.“La virulencia que determina mortalidad no es tan alta como en marzo.  Al inicio veíamos una cepa más agresiva, más mortal; luego apareció una más contagiosa pero menos letal”. 

A nivel mundial, ciertas sociedades ya están experimentando lo que se conoce como inmunidad de rebaño, aquella que ocurre tras la exposición masiva a un agente patógeno. David Larreátegui, docente de la Universidad de las Américas, precisa que cuando mucha gente ha estado expuesta al virus, se enfermó y sobrevivió, es posible que desarrolle cierta inmunidad. “Más adelante se presentarán nuevos brotes pero no tan peligrosos como al inicio de la pandemia”, precisó el galeno. 

Aunque los dos consultados coincidieron en que en Quito es difícil establecer si esto está ocurriendo por el modo en que se registran los datos y que Larreátegui agrega, es un problema del sistema sanitario a nivel nacional. 

Según Fornasini, el comportamiento del virus es tan impredecible que se esperaba una inmunidad de rebaño con el 70% u 80% de la población expuesta, pero quizás esto suceda antes. 

Lo que sí han determinado las investigaciones en Estados Unidos es que los pacientes con enfermedades preexistentes mantienen su vulnerabilidad aún cuando a nivel comunitario disminuye la probabilidad de contagio.  Quienes padecen de diabetes, sobrepeso y obesidad deben mantener con rigurosidad las medidas de prevención. 

Mientras no esté disponible la vacuna, que es otro de los caminos para desarrollar la inmunidad colectiva, los galenos recomiendan fortalecer el sistema inmunológico. ¿Cómo? Con las medidas ya conocidas: una alimentación saludable que incluya verduras, un descanso reparador, exposición suficiente al sol para activar la vitamina D y evitar sobre todo el consumo de alcohol. (I)