La primera vez que Dennise Realpe, de 22 años, acudió a una consulta oftalmológica en el Hospital Carlos Andrade Marín (HCAM), de Quito, su visión era casi nula, pues desde los ocho experimentó su pérdida progresiva. 

La doctora Fita Vásquez lo revisó y dio el diagnóstico: queratocono, córnea demasiado delgada y con el  tiempo se deforma y convierte en un cono que distorsiona y obstaculiza la visión.

Por lo avanzado de su enfermedad (pérdida del 90% de la visión), la galena ingresó los datos de Realpe en la lista única nacional en la que los médicos del país registran a los pacientes que necesitan el trasplante de algún órgano (se establece el grado de prioridad, que va de uno a cinco).

Dos días después, el Instituto Nacional de Donación y Trasplante de Órganos, Tejidos y Células (Indot) informó al HCAM la acreditación de dos córneas para Realpe.

La cirugía del joven, realizada el 20 de abril, es la primera practicada en el hospital del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS).

Realpe retornó antier al HCAM. Lo hizo acompañado de su tía Marlene Narváez, quien lo cuida desde que él cumplió cuatro años.

El joven, que trabaja como dibujante y ayudante de ingeniería civil, luce gafas oscuras, detrás de la cual se ocultan parches blancos que cubren su ojo izquierdo.

Después de registrarse, ingresó al consultorio. Vásquez, con ayuda de una lámpara de hendidura, valoró su visión. 

En menos de cinco minutos, la galena se cercioró del progreso de la recuperación de su paciente. Mientras parcha el ojo de Realpe, la profesional indica que el trasplante de córnea se considera solamente en casos avanzados, donde el tejido ha sufrido su máximo deterioro y los lentes de contacto no contrarrestaron el problema.

Los traumatismos, distrofias y degeneración corneal ectasias también obligan a operarse.

La incidencia es alta

Según la oftalmóloga, la incidencia de queratocono en Quito es alta:_uno de 1.000 habitantes es afectado. ¿La razón? En la Sierra hay menos oxígeno que en la Costa. La médico explica que la córnea es avascular, es decir, no tiene irrigación, por ello se nutre de los vasos sanguíneos que están a su alrededor y de oxígeno. “La insuficiencia provoca cambios degenerativos”.

De acuerdo con información del Indot, el trasplante más recurrente en el país es el de córnea que se efectúa a cualquier edad.

Este procedimiento requiere de menos capacidad tecnológica y los resultados que se obtienen son esenciales. La  persona vuelve a ver todo lo que pasa a su alrededor, por lo que recupera su autonomía e independencia.

En Ecuador hay dos modalidades de trasplante: cuando el donante está vivo y cuando muere.  En el primer caso solo es posible con algún familiar hasta el cuarto grado de consanguinidad (esposo, madre, padre o sobrino); y en el segundo, la ley establece que todos los ciudadanos son donantes, salvo cuando se exprese lo contrario en el Registro Civil.

 El Sistema Nacional de Salud informó que en 2016 se realizaron 478 trasplantes de córnea. El costo de esta cirugía oscila entre los  $ 1.500 y $ 1.800. Cuando el procedimiento se realiza en hospitales públicos los pacientes no pagan nada.

Mauricio Heredia, director médico del HCAM, expresa que existe un incremento de trasplantes. Según las autoridades, esto se debe a la acreditación de más centros preparados para desarrollar estas intervenciones médicas.

En Ecuador funcionan 29 hospitales acreditados por el Indot. De estos, ocho son públicos. El año pasado, 5.000 profesionales se capacitaron en temas de trasplante y donación de órganos.

La tasa de donación

A pesar de que el país cuenta con más casas de salud que realizan estas operaciones,  actualmente, 500 personas están en la lista de espera de pacientes que requieren un trasplante de córnea, según el Indot.

Heredia y Vásquez coinciden en que el tema de la donación es difícil en el país. Aunque todos los ecuatorianos lo hacen por ley -observan- que cuando una persona fallece los familiares se oponen a que los galenos extraigan (procuración) los órganos y tejidos que pueden ser trasplantados a un paciente.

Desde 2016, un grupo de especialistas del HCAM se dedica a la procuración de órganos. En ese año se registraron 46 procedimientos. Después de la extracción se realizan exámenes para descartar cualquier tipo de enfermedad, como hepatitis, llagas y sífilis.

Cuando el órgano es apto ingresa al Indot, entidad encargada de acreditarlos a los hospitales públicos y privados, dependiendo del grado de prioridad de sus pacientes. Los niños, por ejemplo, son prioridad.

Los galenos consideran que el tema de la donación debe tratarse dentro de la familia para así superar los prejuicios.

Ecuador registra una tasa de 5,1 donantes por cada millón de habitantes. En 2013 fue de 4,34.

Después de 30 minutos, Realpe se coloca las gafas, toma su mochila y sale del consultorio. Su ojo derecho, descubierto, lo ayuda a esquivar a las personas que caminan presurosas por el área de consulta externa del nosocomio capitalino.

Actualmente, él permanece en reposo médico, pero eso no ha impedido que se autoeduque.

Ahora que recuperó la visión, su meta final es ingresar a la universidad. Él quiere graduarse como ingeniero civil. (I)