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Cada día en el mundo mueren 800 mujeres por complicaciones en el parto, según la oms

“Hay pacientes embarazadas de 12 semanas que no saben su estado”

Las mujeres embarazadas deben realizarse chequeos mensuales para salvaguardar su salud y la del bebé. Foto: Fernando Sandoval / El Telégrafo.
Las mujeres embarazadas deben realizarse chequeos mensuales para salvaguardar su salud y la del bebé. Foto: Fernando Sandoval / El Telégrafo.
28 de febrero de 2015 - 00:00 - Redacción Sociedad

Las enfermedades preexistentes, como anemia, obesidad e hipertensión, son factores que  influyen para  que un embarazo pueda tener complicaciones a futuro.

El ginecólogo José Gallegos, jefe de Servicio de Ginecología y Obstetricia, del Hospital de la Policía de Quito, explica que si una paciente tiene anemia, es decir, la falta de glóbulos rojos, esta condición afecta  al feto porque no recibe el alimento  de la madre de forma normal y, a futuro, podría provocar que el menor nazca con baja talla.

La hipertensión (presión alta), en cambio, desencadena cuadros de  preeclampsia y eclampsia, esta última condición causa daño al endotelio materno, riñones e hígado, y puede causar la muerte.  

El Ministerio de Salud destaca que las enfermedades preexistentes pueden complicar un embarazo y de cierta manera son una forma de alertar y evitar que se desencadenen situaciones más complejas. Algunas de ellas son la anemia, obesidad, enfermedades del corazón, venosas o hepáticas, las maternas transmisibles y el cáncer.

Estas condiciones engrosan las estadísticas de mortalidad materna.  Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada día mueren en todo el mundo 800 mujeres por complicaciones relacionadas con el embarazo o el parto.

En 2013 fallecieron 289 mil mujeres durante la etapa de gestación, en el parto o después de ambos. Prácticamente todas estas muertes se produjeron en países de ingresos bajos y la mayoría de ellas podrían haberse evitado.

La mejora de la salud materna es uno de los 8 Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) adoptados por la comunidad internacional en el 2000. Con respecto a ellos, los países se comprometieron a reducir la mortalidad materna en un 75% entre 1990 y 2015. Desde 1990, la mortalidad materna ha disminuido 45%. En Ecuador, ha bajado 44%.

Los trastornos hipertensivos del embarazo, junto a las hemorragias y los procesos infecciosos generados en el momento del nacimiento o en el puerperio, son  algunas de las causas de mortalidad materna prevenibles en Ecuador y en América Latina.

Gallegos explica que en el Hospital de la Policía no es común casos en los que muera la madre o el bebé, más bien afirma que esto es más usual en las zonas rurales.

Eso sí, el experto reconoce que  las enfermedades preexistentes en el embarazo son comunes y, pese a ello, no existe planificación familiar por parte de la pareja.

Para el experto, la decisión de quedar embarazada es trascendental para asegurar la salud del bebé y su madre. “Si una paciente se embaraza va a los controles y tiene una enfermedad preexistente a uno le toca comenzar a jugar con los papeles que tiene en la mano y controlar la situación, pero lo que ocurre es que las mujeres no se chequean antes. Hay pacientes embarazadas de 12, 14 o 6 semanas que no saben su estado. Es una irresponsabilidad”, acota Gallegos.

Este fue el caso de María Augusta Cevallos, quien, pese a saber que tenía mala circulación y várices, no planificó quedar embarazada.

A esto se suma que durante la etapa de gestación  aumentó incontrolablemente su peso de 120 libras a  170, lo que puso en riesgo su vida y la de su bebé. “Trataba de alimentarme de la forma más sana posible, pero me ganaban los antojos de hamburguesas, pastas, colas. Faltando 3 semanas de dar a luz no podía pararme, me dolía la espalda y tenía las piernas hinchadas con unas várices muy gruesas. Cuando me embaracé, nunca le conté al doctor que tenía mala circulación, tampoco planifiqué mi embarazo”, detalla María Augusta.

Ahora es madre de 2 niñas más y en su segundo embarazo consultó con una nutricionista y mantuvo caminatas periódicas para evitar subir de peso en exceso. Si bien su problema de circulación lo tuvo durante los 3 embarazos, estuvo controlada por su médico de turno.

También hay casos más peligrosos, como el de Ruth Álvarez (39), a quien le diagnosticaron preeclampsia durante su primer embarazo. Antes de los 3 meses ella inició con un desprendimiento de placenta. Tuvo reposo, pero continuaba trabajando, y esa condición la puso en riesgo.

“Di a luz a los 8 meses, un mes antes me diagnosticaron preeclampsia. Después de uno de los últimos chequeos me sentí mal, estaba hinchada, con la presión disparada. La doctora me mandó unas pastillas, no podía tomar nada que tenga hierro porque me provocaba vómito”, explica Ruth.

Otras enfermedades infecciosas

Gallegos destaca que el cuidado de la madre y del niño en casos de enfermedades maternas transmisibles debe ser extremo, sobre todo cuando se trata de VIH sida.

En este caso explica que los partos deben hacerse por cesárea y con sumo cuidado. “A veces las mujeres ocultan esta enfermedad por vergüenza y el médico no toma las medidas del caso, como ‘pinzar’ rápido el cordón  umbilical para que no pase sangre”, detalla.

Datos del Ministerio de Salud Pública, entregados a EL TELÉGRAFO en julio del año pasado, detallan que en 2013 se reportaron 183 nuevos casos de personas entre 0 y 19 años infectadas con el virus. En los primeros meses de 2014 se reportaron 34 casos.

El Ministerio, a través de la Estrategia Nacional de VIH sida-ITS, atiende de forma integral a todas las personas portadoras del virus, incluyendo los lactantes. Por ello se garantizan los suplementos de leche materna entregados de manera gratuita a las madres con VIH.

Durante los controles prenatales, además, se pueden identificar otras infecciones, como hepatitis B, toxoplasma, citomegalovirus, herpes, rubéola, sífilis. Muchas de ellas pueden provocar la muerte del feto o causar malformaciones en el niño al nacer.

Aunque la violencia de género no es una enfermedad preexistente, sí se la considera como un riesgo. Las mujeres sometidas a maltrato, por lo general, tienen hijos con bajo peso.

Datos

El 99% de la mortalidad materna corresponde a los países en desarrollo, según la OMS, más de la mitad al África subsahariana y un tercio en Asia Meridional.

La relación de mortalidad materna en los países en desarrollo es de 230 por 100.000 nacidos vivos, mientras que en los países desarrollados es tan solo de 16 por 100.000, según la OMS.

La probabilidad de que una mujer de 15 años acabe muriendo por una causa materna es de 1 en 3.700 en los países desarrollados y de 1 en 160 en los países en vías de desarrollo.

Las principales complicaciones que causan el 80% de las muertes maternas son: hemorragias graves (en su mayoría tras el parto), las infecciones (generalmente después del parto), la hipertensión gestacional (preeclampsia y eclampsia) y los abortos peligrosos.

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