Para el 2020 se prevé que se duplique la basura de tipo orgánico
Gran Bretaña arroja más desperdicios de comida
Gran Bretaña arroja más cantidad de desperdicios de comida que cualquier otro país de Europa, de acuerdo a un estudio científico divulgado este martes, el cual criticó duramente los malos hábitos alimenticios de los británicos.
El informe, realizado por el Centro de investigación conjunta de la Comisión Europea (JRC, en sus siglas en inglés), concluyó que por cada uno de los 64 millones de habitantes que viven en el Reino Unido, se desperdicia a diario el equivalente a una lata de frijoles.
En 2013, las cadenas de supermercados británicos Asda, Cooperative Food, M&S, Morrisons, Sainsbury’s, Tesco y Waitrose- que representan un 87% del mercado de comestibles de Gran Bretaña- fueron responsables de arrojar como desperdicios 200.000 toneladas de alimentos para consumo humano.
El estudio científico indicó además que cada año se desperdician en la Unión Europea al menos 22 millones de toneladas de alimentos, y agregó que el 80% de ese malgasto es evitable con medidas básicas y simples.
Rumania, uno de los países más pobres de Europa, desperdicia a diario en promedio una manzana por persona, de acuerdo al informe.
La mayor cantidad de desechos alimenticios consiste en verduras, frutas, y cereales, y ello se debe a su tiempo de caducidad.
Pero los desechos de carne representaron la mayor pérdida de nitrógeno y recursos acuíferos.
“La producción de carne utiliza muchos más recursos naturales en una primera instancia, así que incluso una cantidad pequeña de desperdicios puede tener un fuerte impacto en materia de recursos naturales perdidos”, afirmó el científico jefe de la investigación, el doctor en Ingeniería de recursos naturales, Davy Vanham.
El estudio, que fue publicado en la revista especializada Environmental Research Letters, analizó información de 6 países europeos: el Reino Unido, Holanda, Dinamarca, Finlandia, Alemania y Rumania. El objetivo de la investigación fue estimar los niveles de desechos alimenticios dentro de la UE.
Según el doctor Vanham, fechas de vencimiento conservadoras en los alimentos comestibles y una mayor afluencia económica en los hogares están contribuyendo a un mayor nivel de desechos de alimentos arrojados anualmente.
Tras ser consultado acerca de qué soluciones debería tomar Europa para combatir el problema, el científico jefe del informe considera que la educación en las escuelas “sería una herramienta de mucho valor”.
El doctor Vanham explicó también que los países que menos alimentos desperdician “son aquellos cuyas poblaciones suelen tener menos dinero”. El equipo de científicos planea ahora investigar el problema del desperdicio de alimentos en más detalle, analizando las diferencias a nivel de ciudades de la UE.
“El desperdicio de alimentos en las ciudades es un importante indicador, ya que allí es donde la mayoría de las poblaciones viven actualmente”, agregó.
El investigador admitió que el informe publicado esta semana tiene limitaciones ya que los científicos solo pudieron obtener información oficial de seis de los 28 países de la UE, debido a que los datos del resto de las naciones “no eran confiables”. “Ciertamente sería útil si los gobiernos invirtieran más en medir el nivel de desperdicios con mayor exactitud”, concluyó.
Por su parte, la Comisión Europea indicó que si los gobiernos del bloque no hacen más ni toman medidas urgentes para combatir el problema, el desecho de alimentos aumentará a 120 millones de toneladas para 2020.
Además, indicó que un tercio de todos los alimentos producidos globalmente para consumo humano es malgastado o desechado: cerca de 1.300 millones de toneladas por año, de acuerdo a la Organización de Alimentos y Agricultura.
En ese sentido, explicó que en los países en desarrollo, más del 40% de los desperdicios de comida ocurre después de la cosecha y durante el procesamiento de alimentos, mientras que en las naciones industrializadas, el 40% ocurre a nivel de consumidores y del sector de ventas al por menor.
“Desperdiciar alimentos no solo es un problema ético sino económico, además de destruir recursos naturales limitados de nuestro medio ambiente”, indicó el organismo.
“Todos los actores en la cadena alimenticia tienen una responsabilidad que cumplir a la hora de prevenir y reducir el nivel de desechos de alimentos, desde aquellos que producen y procesan, como granjeros, manufactureros de productos comestibles y firmas procesadoras, hasta aquellos del sector hotelero y de restaurantes, pasando por los consumidores”, agregó.
El papel central de la UE “debe ser garantizar la seguridad alimenticia y proteger la salud de humanos y animales. No podemos poner en peligro estos estándares”. (I)