Gestión eléctrica, medida contra el cambio climático

Redacción y Agencia

Las principales medidas para un escenario de reducción de emisiones contaminantes son la rehabilitación energética y el vehículo eléctrico. “Una economía baja en carbono supone la reestructuración de las ciudades para modificar todos los usos de la energía a través de un modelo descentralizado y sin CO2” indicó en la jornada Oportunidades de Desarrollo de una Economía Baja en Carbono en Municipios el presidente de N2E, Javier García Breva.

En este mismo encuentro, Mar Asunción, responsable del Programa de Clima y Energía de WWF España, incidió en el papel clave que tienen las ciudades en la lucha contra el cambio climático.

Giorgos Tragopoulus, técnico de Eficiencia Energética de WWF, presentó la iniciativa El desafío de las ciudades en la Hora del Planeta que la organización puso en marcha por segundo año consecutivo para poner en valor y premiar a los gobiernos locales que estén llevando a cabo esfuerzos notables para combatir el cambio climático.

Para Mar Asunción, las ciudades pueden y deben liderar la transición energética hacia un desarrollo bajo en carbono, basado en la eficiencia y las energías renovables.  

Por ello la utilización de vehículos destacan cualidades importantes, principalmente por la no emisión de gases contaminantes ya conocidos.  

El informe Vehículos eléctricos: el fin del dominio del petróleo, señala que el sector del transporte es responsable de la cuarta parte de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. “Los vehículos eléctricos siguen necesitando energía que procede de los combustibles fósiles, pero los sistemas de tracción eléctrica son hasta 4 veces más eficientes que sus homólogos”.

Colombia, México, Puerto Rico y Chile ya comercializan los automóviles eléctricos y se espera que las marcas Kia, Nissan-Renault y BYD sean insertadas en el mercado ecuatoriano.

El presidente de N2E, Javier García, explicó que la eficiencia energética es la medición del ahorro de energía y de las emisiones antes y después de la aplicación de medidas de mejora. “Para ello, es necesaria una ley de eficiencia energética y un regulador independiente para el medio ambiente”, señaló.

La parte central del encuentro, que reunió a más de 60 instituciones y organismos relacionados con la eficiencia energética, estuvo dedicada al caso práctico de ‘Rubí Brilla’, un ejemplo de proyecto integral de eficiencia energética en la ciudad más industrializada de Cataluña.

En el municipio de Rubí se logró un 24% de reducción energética con un ahorro anual de casi 2 millones de euros gracias a medidas de eficiencia energética con una mínima inversión y el uso de energías de procedencia 100% renovables.

Carmen García Lores, exalcaldesa y promotora del proyecto indicó que el Ayuntamiento ha demostrado que la eficiencia energética no solo es económicamente sostenible sino una gran oportunidad para el desarrollo y la mejora social y económica de toda la ciudad, por lo que debería ser replicado. (I)