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Fundaciones buscan sancionar a maltratadores

El encierro y comercialización de los animales domésticos es una forma de maltrato que también debe ser objeto de ejemplares sanciones.
El encierro y comercialización de los animales domésticos es una forma de maltrato que también debe ser objeto de ejemplares sanciones.
Foto: Archivo / EL TELÉGRAFO
17 de marzo de 2018 - 00:00

Lo que aconteció hace poco más de dos semanas en un estadio de fútbol de Guayaquil conmocionó no solo a quienes aman a los animales, sino también a aquellas personas apáticas con ellos.

Estudios psicológicos afirman que quienes vejan a los animales son un riesgo para las sociedades.

La psicóloga Laura de Santiago Fernández asegura que el maltrato animal es una crueldad injustificada, que causa daño y sufrimiento a estos seres vivos. “Está relacionado con algunas patologías mentales como el trastorno disocial”. 

Eso implica, según la profesional, la presencia recurrente de conductas distorsionadas, destructivas y de carácter negativo.

En busca de protección
La Dirección de Bienestar Animal y Gestión Social de la Prefectura del Guayas presentó en 2017 un estudio donde se dio a conocer que una de cada cuatro personas maltrata a un animal y solo el 27% adopta a mascotas sin hogar. El resto de la población  prefiere comprarlos en tiendas, veterinarias, criaderos o simplemente en las calles.

Para Viviana Vásconez, presidenta de la Fundación Rescate Animal, sí existen leyes que los amparan, sin embargo estas realmente no cubren las necesidades de ellos, pues no satisfacen todos los problemas que el país tiene.

“Al maltrato solo se lo considera una contravención no como un delito”.

Dolores Delgado dice que jamás ha formado parte de alguna agrupación que busque el beneficio de los animales.

“Yo los ayudo por iniciativa propia. Los recojo, les doy alimentos, si tengo que llevarlos al veterinario lo hago. Es una cuestión de humanismo. Un animalito no tiene por qué sufrir por la indolencia del humano”.

Germania Carranza, en cambio, tiene en su casa más de 28 gatos. Ella destina         $ 200 al mes para la alimentación de sus felinos.

Cuenta que empezó el rescate hace ocho años con un solo gato, pero que en dos años la cifra subió a 12.

“La gente de mi sector (cdla. Las Acacias) se daba cuenta de mi amor por los gatos y los iban a dejar tirados afuera de mi casa. Jamás los he abandonado, siempre trato de que tengan todo”.

Conciencia ciudadana
Luego de la caída del perro desde lo alto del estadio Capwell, las alarmas se encendieron en lo referente a la responsabilidad ciudadana.

¿Qué está aportando la ciudadanía a la protección de los  animales?, ¿Qué se puede  hacer con los que son abandonados? En Guayaquil existen centros comunitarios como COLA y ERAH que brindan asesoría legal en temas de maltrato animal, pero toda la ciudadanía debe cuidar de ellos. (I) 

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