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El Telégrafo
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Francisco, el papa reformador, hoy cumple 80 años

El Papa ayer logró reunir en el Vaticano al presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, y a su opositor, Álvaro Uribe, para tratar el acuerdo de paz con las FARC.
El Papa ayer logró reunir en el Vaticano al presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, y a su opositor, Álvaro Uribe, para tratar el acuerdo de paz con las FARC.
Foto: AFP
17 de diciembre de 2016 - 00:00 - AFP

El papa Francisco hoy cumple 80 años, tras casi cuatro de pontificado reformador que seduce a un gran público, pero indispone al sector conservador de la Iglesia católica.

Ochenta es la edad de una semijubilación para cardenales, pues superado ese límite no pueden elegir a un pontífice en un cónclave. Sin embargo, el Papa latinoamericano, ‘alérgico’ a vacaciones, no está dispuesto a dejar el primer plano.

Su agenda está repleta de ceremonias religiosas, audiencias y baños de multitudes. El Papa ha hecho 17 viajes al extranjero desde su elección en marzo de 2013 y prevé para 2017 una peregrinación a Fátima (Portugal), un viaje a India y Bangladés, y quizá otro a África.

Un dolor de cadera le hace a veces perder el equilibrio, pero no se plantea una dimisión, como hizo su predecesor Benedicto XVI, de 89, en un gesto sin precedentes. “Sigo avanzando”, dijo este verano, enterrando las palabras que pronunció en marzo de 2015: “Tengo la sensación de que mi pontificado será breve, cuatro o cinco años”.

Jorge Bergoglio, nacido en Buenos Aires en una familia modesta y elegido 266º papa el 13 de marzo de 2013, vivió casi toda su vida en la metrópolis, donde recorrió las ‘villas miseria’ y conoció la violencia.

Su carácter sonriente desaparece cuando critica a una sociedad impermeable ante la tragedia de los migrantes o a un sistema económico que destruye a los más pobres.

Hospital de campaña

Mientras avanza su pontificado, Francisco parece impulsado por una  misión: incitar a una Iglesia -desertada por fieles en algunos países- para acompañar con misericordia a los católicos en situación irregular. “Se puede hablar de una revolución, en la estela del concilio Vaticano II (1962-1965), que abrió la Iglesia al mundo moderno”, asegura el vaticanista Marco Politi.

“Es un reformador que intenta sacar a la Iglesia de su obsesión histórica sobre los tabúes sexuales”. Es el primer papa en haber invitado a un transexual al Vaticano, y se niega a condenar a los homosexuales. “Para él, la Iglesia es un hospital de campaña, y no una aduana donde se separa a los malos de los buenos”.

El argentino fue elegido para proseguir la reestructuración económica de la Santa Sede iniciada por Benedicto, con el cierre de cuentas sospechosas en el banco del Vaticano, acusado de blanqueo. También se rodeó de ocho cardenales para que lo ayuden a una reforma de la curia (gobierno del Vaticano), sembrada de obstáculos. “En el plano doctrinal, no formó parte de los progresistas”, precisó Politi.

Papa de los periodistas

Pero sus detractores conservadores esperan el final de su pontificado. El último incidente fue una carta de cuatro cardenales expresando dudas sobre un texto de abril en el que Francisco abre un acceso a la comunión para divorciados que volvieron a casarse civilmente. “El Papa ha sembrado confusión en el seno de la Iglesia”, comentó Marco Tosatti, vaticanista ‘conservador’.

“Da una imagen popular, simpática y alegre a la Iglesia. ¡Pero las rebajas de verano no atraen clientes!”.

Es el Papa bueno en comunicación -aseguró-, pero las reformas internas no funcionan. Suscita consenso entre fieles y no creyentes. No es así en ciertos círculos eclesiásticos, confirma Politi: “¡Veo una guerra civil en el interior de la Iglesia!”.

Poder de convencimiento

El Papa ayer logró reunir en el Vaticano al presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, y su opositor y predecesor Álvaro Uribe.

Coincidiendo con la visita de Santos, el Pontífice convocó por sorpresa a Uribe para una reunión en el Vaticano, en un aparente intento de fortalecer la implementación del reciente acuerdo de paz con la guerrilla de las FARC para poner fin a medio siglo de conflicto. “Lo de la audiencia del Papa y Santos y Uribe, el Vaticano lo organizó. El mandatario  sabía y le pareció bien”, informó la Presidencia. (I)

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