‘Filma tu calle’ documenta 49 realidades de vida (Video)

Isabela llegó a Ecuador hace 6 años, 2 menos del tiempo que les tomó a sus padres convencerse de que los guerrilleros de las FARC no les iban a dar tregua. Sus padres huyeron de Tulúa, una pequeña ciudad ubicada a 90 kilómetros de Cali.

El padre de Isabela tenía un taller de motos. Cada día arreglaba las que podía para entregarlas donde se lo pidieran. En una de esas entregas lo esperaba un miembro conocido de las FARC. Pretendían llevárselo, pero pudo huir luego de ser víctima de un atentado y aún tiene señales de un tiro en el cuerpo que le impide correr y bailar.

Tras lo ocurrido, los 4 integrantes de la familia, con el más pequeño por nacer, pasaron de Tulúa a Barranquilla y Medellín. Cuando volvieron a su ciudad natal, con la idea de que las cosas se habían calmado, tuvieron que salir definitivamente de Colombia. Ecuador fue la primera opción.

Llegaron a Guayaquil con un colchón y unos cuantos ahorros. Volvieron a abrir el taller de motos con el que vivían en Cali y un pequeño negocio de venta de dulces colombianos en La Florida. En este barrio la acogida de los sabores colombianos estaba asegurada desde el inicio por la cantidad significativa de compatriotas que viven cerca.

A sus 11 años Isabela no recuerda cómo vivía en Colombia ni tiene claro por qué sus padres llegaron a Ecuador a pesar de no tener a su familia acá. Si de algo está segura es de querer regresar.

Algo similar pasa con José Luis, Jonathan y los hermanos María Fernanda y Víctor Manuel. Tienen entre 10 y 14 años, nacieron en Cali, donde aún reside la mayor parte de sus familiares. También llegaron hace menos de 8 años porque sus padres decidieron vivir lejos del conflicto de las FARC, a pesar de que ellos no lo tienen claro. Todos quisieran regresar a Colombia.

Los 5 adolescentes han trabajado durante un mes en la producción de un documental que es parte de ‘Filma tu calle’, un curso que desde hace un año implementa el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) junto al Comité Permanente de Defensa de los Derechos Humanos (CDH).

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En varias clases han aprendido a armar planos, ángulos, estilo de documental, técnicas de entrevistas y principios de montaje. Además, aprenden estructura aristotélica y algo de la teoría del lingüista francés Algirdas Greimas.

Este año participan en el curso 49 hijos de personas refugiadas en el país o con papeles en trámite. Por el momento han trabajado 5 documentales distintos, a partir de ideas que los adolescentes involucrados plantean en 4 sectores de Guayaquil: ciudadela La Fragata, Florida, Guasmo y Durán.

José Luis, Isabela, Jonathan, María Fernanda y Víctor Manuel viven y cuentan sus historias de La Florida, barrio al norte de Guayaquil. Su trabajo integra la participación que tienen en la Orquesta de la Salsa, dirigida por los profesores Máximo Valverde y Vicente Soriano, y la historia de Isabela en la Academia Charlotte Dance.

El documental en el que trabajan  es una forma de evidenciar cómo transcurren sus días en Ecuador. María Fernanda considera que con este trabajo animan a otros jóvenes a que aprendan cine.

Cada vez que está grabando comparte con sus compañeros lo que ha aprendido y que de alguna manera se distancia de las relaciones que tiene en su colegio, donde debe hacerse de oídos sordos para no meterse en problemas cuando recibe comentarios como “tú eres colombiana, no te queremos, vienes a vender droga”.

Tiene 14 años y hace 8 vive con su mamá, su padrastro y su hermano en Ecuador. En Colombia se cruzaron varios problemas, uno de ellos -y el decisivo- fue el secuestro de un tío materno por las FARC mientras jugaba fútbol, una tarde. Ese día se llevaron a todos los que se divertían. Su mamá se adelantó a probar suerte en Ecuador. Aquí sigue tramitando su estado de refugiada, mientras junto a su esposo miran nuevas posibilidades de estabilidad, porque dicen no tener nada.

A José Luis le pasa algo similar. Tiene 10 años y no sabe exactamente por qué llegó a Ecuador con sus padres. Actualmente cursa el sexto año de básica. No tiene muchos amigos en la escuela. También critican su fisonomía por lo que él desearía volver a Cali, donde además vive el resto de hermanos, y uno que integra el Ejército de Colombia y que dice es igualito a él.

De los 54.865 refugiados que viven en Ecuador (90% viene de Colombia), al menos 12.000 son menores de edad, según el Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana hasta septiembre de 2013.

Varios de estos jóvenes registran conflictos de adaptación. El ACNUR, según su vocero Manuel Dos Santos, indica que los conflictos que enfrentan los adolescentes en sus lugares de sociabilidad, como las escuelas, se trabajan dialogando con sus directores y hay quienes reciben tratamiento psicológico.