Sentadas formando un círculo, cinco mujeres, que viven en la manzana 3 de San Francisco de Huarcay, cortan cáscaras de frutas, vegetales y tubérculos para crear el compostaje que abonará la tierra de uno de los huertos orgánicos de esta urbanización de la Misión Casa para Todos, al sur de Quito.

Huertos, invernaderos y emprendimientos que se desarrollan en las urbanizaciones que construye el Gobierno Nacional en distintas partes del país son el resultado del trabajo en comunidad que ejecutan los gestores de la Secretaría Plan Toda una Vida con los beneficiarios de las viviendas y sus familias.

“Construir comunidades se ha convertido en nuestra pasión y trabajo diario. No hemos descuidado ningún detalle en las urbanizaciones de Misión Casa Para Todos y esto ha garantizado la corresponsabilidad, el crecimiento y desarrollo de las familias”, sostuvo Rocío de Moreno, presidenta Ad honorem del comité Plan Toda una Vida.

Agregó que muestra de ello son los productos orgánicos que se cosechan en los huertos comunitarios de los distintos proyectos que, además de promover una alimentación saludable y autosustentable para las familias, se han convertido en exitosos emprendimientos. “Los vecinos lo están haciendo tan bien, que ahora ellos son un aporte para el país”.

El grupo de mujeres, que recibieron las viviendas en diciembre de 2018, son capacitadas con el acompañamiento de los gestores comunitarios y el apoyo de instituciones públicas y privadas. Hoy ellas dividen su tiempo entre el cuidado de su hogar y el terreno.

“Estamos agradecidas por el apoyo que hemos recibido. Además de tener nuestra casita propia, tenemos la oportunidad de cuidar este huerto que es como un hijo más para nosotras”, dijo Isabel Telinchana, vecina de Huarcay.

Cada manzana de Huarcay cuenta con su propio huerto. El de la manzana 3, por ejemplo, sirve para el consumo de las cerca de 100 familias que viven ahí; y se compone de ocho camas donde se han sembrado col, cebolla blanca, zanahoria, remolacha, lechuga, fréjol, habas, frutilla, plantas medicinales, entre otros productos.

“La producción de alimento rescata la cosmovisión andina del hombre, la tierra y la cosecha, pero detrás de todo esto están los procesos de construcción de comunidad entre las familias y las mujeres que son las líderes de los huertos”, indicó Douglas García, gestor comunitario. 

Además de los huertos, las familias iniciaron otro emprendimiento al construir un invernadero con la colaboración de la Secretaría Técnica Plan Toda una Vida, la Fundación Humana y ConQuito. 

Carolina Santacruz, gestora comunitaria, explicó que la capacitación técnica sobre manejo de cultivos en invernaderos fue el primer paso para construir este espacio donde se sembraron 80 plantas de tomate y 60 de pimientos, además de ají y lechuga.

La primera cosecha de hortalizas y vegetales que se realizó el miércoles 31 de julio se comercializará en una importante cadena de supermercados a escala nacional.

“Esta estrategia de fortalecimiento requiere del apoyo de todas las instituciones así como de la empresa pública y privada, con el objetivo de unir esfuerzos e impulsar los emprendimientos de las familias de todas las urbanizaciones de la Misión Casa para Todos a escala nacional”, sostuvo Rocío de Moreno. 

Durante la primera cosecha que se obtuvo del invernadero participó el presidente Lenín Moreno, quien destacó el proyecto.

“Se construye un plan de vida para generar lazos y redes de hermandad, comunidad, solidaridad, aquí es donde se generan créditos y emprendimientos, economía, desarrollo, crecimiento. Gracias por demostrar y comprobar que con un pequeño impulso la vida puede cambiar para siempre”. (I)