Sentada en una pequeña banca afuera del hospital Teófilo Dávila (HTD) de Machala, se encontraba Evelyn (nombre protegido). Ella esperaba su turno para ser atendida en su cuarta consulta de rutina por los 5 meses de gestación. Tiene 15 años y cursa el primer año de bachillerato en el colegio Simón Bolívar de la ciudad. Comenta que se le ha hecho complicado lidiar con el embarazo, ya que sus padres no lo aceptaban, y para seguir estudiando, tuvo que conseguir apoyo de sus tíos.

“Ahora ya han reflexionado y me están apoyando. Aunque por mi edad, todo mundo te mira mal por estar embarazada”, dijo la chica, quien se encontraba sola y con su cartilla de control en la mano.

Evelyn es parte de las estadísticas preocupantes en el centro de salud más grande de la provincia de El Oro, donde hasta julio de este año se han reportado 229 embarazos de adolescentes entre 14 a 19 años.

La cifra sobrepasa la registrada en 2013, cuando se contabilizaron cerca de 180. Este centro de salud de Machala realiza 10 partos por día, de ellos, 3 son de menores de edad. Al respecto Richard Molina, gerente del HTD, expresó que en lo que va de 2014 ha visto pacientes más jóvenes con embarazos.

Aseguró que en muchos de los casos han existido complicaciones, puesto que el cuerpo de una madre adolescente está en pleno desarrollo y esto podría repercutir tanto en la salud de la mujer como en la del bebé.

“A inicios de año tuvimos una niña que dio a luz y tenía 12 años, este tipo de casos es muy riesgoso porque el cuerpo de la niña no estaba para aguantar un parto”, dijo Molina.

Daniel Solano, médico cirujano, comentó que, pese a los altos índices de embarazos en menores, las muertes de neonatos se han reducido. “En este año llevamos 3 neonatos muertos, el año pasado, hasta julio, fueron 12. Si comparamos con 2005, cuando fueron 165 muertes, hemos dado un gran paso”, aseguró el galeno.

El problema del embarazo de adolescentes abarca diferentes aspectos porque implica un mayor riesgo de mortalidad materna, menores oportunidades -incluso un corte abrupto- de educación, un fortalecimiento del círculo de la pobreza y un mayor riesgo de daño y mortalidad infantil.

Las madres menores de edad que acuden a las diferentes casas de salud de El Oro provienen de sectores más vulnerables como Puerto Bolívar, el norte y sur de la ciudad de Machala.

Una de las propuestas para prevenir los embarazos en adolescentes es la instalación de dispensadores de preservativos en las distintas casas de salud de la provincia.

En El Oro existen, hasta la fecha, aproximadamente 350 de estos dispensadores, mientras que en Machala hay 150.

De acuerdo al Ministerio Coordinador de Desarrollo Social, la provincia de El Oro tiene la tasa más alta de embarazo en adolescentes a nivel de la región sur (El Oro, Loja, y Zamora Chinchipe), puesto que 45 de cada 1.000 adolescentes son madres.

Pero las cifras de embarazos precoces podrían ser mucho más altas, ya que, en un gran índice, las adolescentes recurren al aborto, ocultan sus embarazos o son atendidas en centros privados donde no se registran estadísticas.

A nivel país, basados en datos del INEC, 4 de cada 10 mujeres tuvieron un hijo cuando fueron adolescentes, es decir, 49.286. El 74,4% es pobre. En América Latina, la Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que el 58% de los embarazos no es planificado. De ellos, el 38% ocurre en menores de 20 años. Cada año dan a luz aproximadamente 16 millones de mujeres adolescentes de 15 a 19 años. La gran mayoría de esos nacimientos se produce en países en desarrollo, como Ecuador. La OMS urge políticas más eficaces a las naciones para prevenir un futuro lleno de niñas madres.