El número de pruebas covid-19 debe aumentar en los sectores que registran mayores contagios. Esa es la premisa que manejan los especialistas consultados por este medio para pasar del aislamiento a un distanciamiento social.

En Quito, por ejemplo, se registran 24 parroquias que presentan elevado número de  contagios y es ahí donde deben masificarse los test.

“Esa es la única manera  para encontrar a los positivos asintomáticos que son clave para frenar el contagio. Lo ideal es ir al barrio que presenta altos contagios y aplicar prueba ahí”, refiere Víctor Álvarez, presidente del Colegio de Médicos de Pichincha.

El profesional considera, además, que es necesario educar a la población para que  conozca las normas y las cumpla de forma responsable para así asegurar el proceso de contención.

“La base de toda campaña de salud es la promoción y prevención y en ese sentido la ciudadanía debe ser consciente del riesgo que implica no respetar las normas de distanciamiento social que, en esa fase, podría provocar problemas muy serios”.

Álvarez cree que no todos los Comités de Operaciones de Emergencia (COE) cantonales cuentan con profesionales capacitados en salud pública y epidemiología para tomar las decisiones pertinentes, una vez que el Gobierno Nacional les delegó esa atribución.

Por ello indica que el Ministerio de Salud (MSP) es el organismo de control que debe manejar el proceso sanitario; y no debe deslindarse de él, porque hay varios COE cantonales que no están en condiciones de tomar ese tipo de decisiones.

Adelantó que el Colegio de Médicos de Pichincha está presto a apoyar a los COE cantonales que lo requieran.

Ayer hubo un primer acercamiento con el alcalde Guillermo Churuchumbi, del cantón Cayambe (Pichincha),  quien precisó que, si es necesario, solicitará la ayuda logistica y técnica de los profesionales sanitarios para las decisiones adecuadas.

Alberto Narváez, salubrista y académico de la Universidad Central, reconoce que en los últimos días no ha existido un incremento exponencial de los pacientes hospitalizados con pronóstico reservado.

Sin embargo, cree que eso no es un indicativo para pensar en una aparente meseta de la curva epidemiológica, por lo que insiste en una observación de las recomendaciones que hace la Organización Mundial de la Salud, (OMS), para cambiar de fase (ver infografía).

Una de esas es un buen estado del sistema sanitario que garantice el acceso a toda la población y con capacidad para atender nuevos casos.

Se sabe que hospitales como el centinela de covid-19, IESS Quito Sur presenta el 95% de ocupación,  y una situación similar ocurre en el Pablo Arturo Suárez, al norte de la capital.

“Esas condiciones no permiten pensar en la posibilidad de una nueva fase. Al contrario, se necesita mantener el aislamiento para evitar nuevos casos”.

Daniel Simancas, epidemiólogo e investigador de la universidad UTE,  cree que es necesario dar mayor tiempo para que las empresas elaboren sus protocolos y garanticen la salud de su personal en el distanciamiento social.

Además, reitera que no existe empoderamiento de la ciudadanía, porque no entiende la forma de transmisión del virus y eso se refleja en el incremento de casos.

Respalda la decisión de que sean los COE cantonales los que decidan el retorno paulatino para que exista una mejor vigilancia epidemiológica, pero recalca que aquellol debe ir con un apoyo económico, logístico y una coordinación sanitaria.

“Quizás muchos cantones no cuenten con las herramientas, profesionales técnicos, epidemiólogos para tomar las mejores decisiones”.

Esteban Ortiz, especialista en salud pública de la Universidad de las Américas (UDLA), acotó que es necesario que se dote de mascarillas e implementos de aseo a los ciudadanos de escasos recursos para asegurar un cumplimiento de las normas básicas de salud. (I)