ENES y la búsqueda de la excelencia
Afuera del colegio María Angélica Idrobo (norte de Quito), una decena de padres de familia esperaron a que sus hijos salieran de rendir el Examen Nacional de Educación Superior (ENES) el sábado. La prueba se aplicó a 322.599 estudiantes en todo el país. Arrimado su hombro al cerramiento del plantel, Carlota Flores, madre de familia, esperó a que su hijo Cristian, que estudia en el colegio privado Paulo Sexto rindiera la prueba. “Mi hijo estudió desde enero, quiere seguir Ingeniería en la Universidad Central”, comentó la mujer, que espera que su hijo acceda a la educación pública.
Cerca de ella, un hombre se bajó de su automóvil, y se acercó a la puerta del plantel. “Mi hija está adentro”, anticipó el ciudadano, intentando ingresar, pero uno de los policías le indicó que saldría en 2 horas. “No entiendo este examen, mi hija se inscribió en una universidad particular, no le pedían nada”, afirmó, mientras regresaba a su auto que estacionó junto a otros 6 vehículos que estaban metros más abajo.
Adentro del plantel, ligeramente nervioso, Jefferson Cango, estudiante del paralelo A del colegio Central Técnico, esperó a que le entreguen la bolsa plástica sellada que contenía las hojas con 120 preguntas, que tuvo que resolver en 2 horas.
“En el colegio nos ayudaron toda la semana para que vengamos bien preparados”, comentó el joven, de 17 años. Estudia mecánica y ahora quiere ingresar a la Universidad de las Fuerzas Armadas para seguir Ingeniería Mecánica. “Necesito sacar mínimo 800”, dijo suspirando.
Del total de inscritos, 217.000 fueron alumnos de tercero de bachillerato de las instituciones educativas públicas y privadas de todo el Ecuador, incluidos los planteles rurales, en donde esta vez de manera obligatoria se tomó la prueba en 531 establecimientos fiscales.
El examen de evaluación midió principalmente aptitudes de los estudiantes, no conocimientos y busca eliminar cualquier tipo de favoritismo en el proceso de ingreso a las universidades públicas e institutos politécnicos del país. Otra prueba para analizar conocimientos se aplicará en julio.
En el pupitre junto a Cango, Natalie Cardoso, que también cursa el último año en el colegio privado religioso Sagrado Corazón de Rumipamba, intentó concentrarse. Un lápiz, un borrador y un sacapuntas fueron los únicos materiales que colocó en el pupitre. “En el colegio nos dieron las últimas horas para que nos preparemos”, dijo al tiempo que se sentó a horcajadas, sin regresar a ver a sus compañeros.
Los resultados de estas pruebas se conocerán en 2 semanas. Los 250 estudiantes mejores puntuados pasarán a formar el Grupo de Alto Rendimiento (GAR) y podrán optar por becas completas en cualquier universidad de excelencia de todo el mundo, entre ellos el Instituto Tecnológico de Massachusetts (ITM), Harvard o Cambridge.
Para optar por las carreras de Medicina y Educación, los estudiantes necesitan sacar un promedio de 800 puntos. Este es el caso de Cardoso, que aplicará a la Facultad de Veterinaria de la Universidad Central.
Esta es la sexta vez que se toma el examen diseñado originalmente para las personas que desean un cupo en una universidad pública.
Con los resultados, que se entregarán en 2 semanas, el estudiante puede escoger hasta 5 opciones de carreras, según su preferencia.
María del Pilar Troya, subsecretaria general de Educación Superior de la Senescyt, explicó que además de apoyar a los estudiantes a escoger una carrera, los resultados de las pruebas ENES permitirán analizar cómo están los distintos colegios, así como las destrezas de los chicos y también hacer una serie de comparaciones por tipo de colegio, por área de residencia, por provincia, cantón, parroquia, “lo cual nos dará un diagnóstico”, manifestó.