Haga la prueba. Aborde a sus amigos y parientes en una reunión y consúlteles quién hace más labores en casa: ¿él o ella? La respuesta con mayor probabilidad será: ella. Pese a que en Ecuador y en América Latina las relaciones entre hombres y mujeres son más equitativas aún hay disparidad en lo que se refiere a los quehaceres en casa y a las actividades no remuneradas.

Ecuador cuenta con documentos que sustenten esto. Según la Encuesta Específica de Uso del Tiempo (EUT) realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), las mujeres dedican en promedio 31:49 horas semanales al trabajo no remunerado (actividades domésticas y cuidado de personas), frente a las 9:09 que emplean los hombres, es decir, 22:40 horas semanales más.

Además, la Cuenta Satélite del Trabajo no Remunerado de los Hogares 2007 – 2010 detalla que si bien la participación de los hombres ha ido aumentando, no llega a superar el trabajo de la mujer.

Por ejemplo, en 2007 el trabajo no remunerado de los hombres respecto al Producto Interno Bruto (PIB) era del 2,76%; mientras que el de las mujeres constituía el 8,16%. Más adelante en 2010, los hombres aportaban con un 3,40% al PIB, en comparación con las mujeres que lo hacían con el 12,01%.

Hay países en donde ocurre todo lo contrario y son los hombres quienes le dedican más tiempo al hogar y a los quehaceres domésticos. Un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE) detalla que 3 naciones lideran esta tendencia de las 29 analizadas. Se trata de Eslovenia con 114 minutos al día; Canadá con 107 minutos y Dinamarca con la misma cantidad de tiempo.

Muy de cerca le siguen Alemania, Estonia y Francia. En estos 3 países son las alemanas las que destinan menos tiempo a las tareas con 164 minutos. Los hombres de Estonia dedican un promedio de 105 minutos a ayudar en el hogar.

El informe además detalla que hay países como Japón, la India y Corea del Sur, en que los hombres aparecen como los menores puntuados con 21, 24 y 19 minutos, respectivamente.

A Diana Ch., quien vive en Alemania desde hace 12 años, no le consta que los alemanes sean más agenciosos que ellas, pero argumenta una explicación muy lógica. “Las personas se hacen independientes desde muy temprana edad, por eso acostumbran a realizar tareas domésticas por su cuenta”.

A su criterio la educación juega un rol muy importante al momento de definir los roles. “De forma general diría que en Ecuador hay menos igualdad de género. Me parece que aquí en Alemania se diferencia en tareas del hogar femeninas y tareas masculinas. Además, las mujeres alemanas son, en general, más emancipadas; aquí también juega un papel muy grande la educación y la ambición personal que tienen ellas”, sostiene la joven.

Si bien Ecuador no aparece en esta lista al no ser miembro de la OCDE, hay algunos datos que muestran disparidad. La Cuenta Satélite del Trabajo no remunerado detalla que un 53,99% de mujeres cocina y solo un 6,21% de hombres lo hace. La limpieza del hogar es realizada por el 1,34% de hombres y el 10,05% de las mujeres.

Tender las camas, lavar el baño, acostar a los niños, cuidar a los enfermos son actividades que realizan más la mujer. El hombre tiene una participación mayoritaria en actividades que impliquen su fuerza como acarrear agua para consumo del hogar o realizar actividades de construcción.

En su trabajo doctoral, la socióloga Laura Nuño explica que los roles de mujeres y hombres están más equiparados en la sociedad actual. Para ella aún existe una revolución incompleta, porque en el rol privado no se han logrado cambios trascendentales como lo que compete al trabajo doméstico.

Explica que la creciente incorporación de las mujeres al espacio público provoca que la vida familiar y laboral entre en conflicto por tratar de equiparar los tiempos. “Es una realidad en conflicto que asumen mayoritariamente las mujeres y que implica renuncias en uno de los dos espacios”, detalla.

Nuño asegura que la incorporación de las mujeres al ámbito público les da la posibilidad de ver otras realidades y, desde esos espacios, cuestionar sobre las relaciones de poder y la posibilidad de hacerlas más equitativas.  

La Organización de las Naciones Unidas lanzó la campaña HeforShe que busca el compromiso de los hombres para equiparar las relaciones de género en todos los aspectos cotidianos. Al momento, se han suscrito a la iniciativa 217.292 hombres en el mundo.