En el IESS se cambian tuberías y sanitarios (Galería)
En los pasillos del hospital Teodoro Maldonado Carbo de Guayaquil algunas puertas tienen pegado un cartel que reza ‘Estamos trabajando para su comodidad’. Unos metros más adelante un señor comunica a través de la radio que uno de los pisos está sucio, “por favor, que los señores de limpieza vengan”, ordena. Esto es parte del ambiente en el Seguro Social, luego de decretarse la emergencia hidrosanitaria a finales de enero.
El área de emergencia ya muestra algunos cambios, la sala de traumatología fue transformada en una sala de consultas rápidas, que ha permitido el descongestionamiento de pacientes. Allí, 4 consultorios atienden a los usuarios. También se adecuó una sala de espera.
Roddy Santacruz, coordinador de calidad del Hospital, indica que en el área de hospitalización se implementó el departamento de gestión de camas, con el que se busca el flujo correcto de pacientes.
Desde el 20 de febrero se desplegó el sistema de identificación inequívoca del paciente, para disminuir el riesgo asistencial.
Explica que a través de un brazalete, que contiene la historia clínica, nombre, cédula y fecha de ingreso se lleva un registro de los pacientes que entran a hospitalización.
En los patios del hospital también se puede observar a un grupo de trabajadores que instalan nuevas tuberías para el sistema eléctrico.
El maestro constructor Julio Riso indica que el lunes empezarán con la instalación de las tuberías para las aguas de sanitarios, servidas y aguas lluvias. “Somos un equipo de más de 30 personas que trabajamos de 08:00 a 18:00 y ya hemos avanzado bastante”. Riso prevé terminar la obra a finales de agosto, al momento hay un avance del 20%.
Agradecen la atención en carpas
A diario en las unidades móviles militares se recibe de 12 a 18 pacientes que ingresan a observación de 24 horas, luego de ser derivados de emergencia. “La carpas tienen capacidad para atender a 4 o 5 pacientes, pero el flujo es rápido debido a que algunos ingresan para ser observados durante 6 horas o menos”, aseguró Santacruz.
Martha Yansé ocupa una de las camas en la que recibe atención. “Llegó con una presión alta de 400 y estaba muy malita, pero aquí ya ha mejorado bastante. Me imaginé que haría mucho calor, pero no, es muy ventilado y se siente fresco, y eso le ayuda a mi mami”, cuenta una de sus hijas, Melba Mejía.
Bernardina Velásquez, quien llegó desde el cantón Rocafuerte, de Manabí, también está satisfecha con la atención que recibe en las carpas su esposo José Salcedo.
“Aquí nos han atendido bien, ha sido maravilloso, mi esposo no podía ya respirar porque tiene una bronconeumonía, pero ya disminuyó”, dice.
La unidad móvil del Ejército se ubica en las afueras del IESS desde mediados de febrero de este año y permanecerá por 60 días.
