En el 2012, la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt), en coordinación con distintos actores académicos y productivos, ha desarrollado las mallas curriculares para la formación de estudiantes en las siguientes áreas: deportes, tecnologías de la información y la comunicación (TIC’s), turismo y recuperación patrimonial, salud, seguridad ciudadana, minería subterránea, logística / transporte y mecánica automotriz.  

El proyecto en marcha de conversión de 40 institutos técnicos y tecnológicos, que serán renovados y equipados en el país, aspira a ampliar al 25% la matrícula del total de oferta en educación superior. Para el 2012, la oferta de cupos alcanzó los 9.173, y se tiene previsto que para el 2013 sea de 10.400.

¿En qué consiste la modalidad dual?

En equilibrar la formación teórica con la práctica pre-profesional, con recursos de carácter técnico y tecnológico. Esto implica que los fundamentos son básicos para comprender por qué se desarrollan los procesos de ciencia aplicada y tecnología con aplicativos específicos.

¿Por qué es importante la implementación de esta modalidad en el país?

Porque tradicionalmente ha existido una desconexión entre lo que demanda la empresa o la industria y el perfil de salida, tanto de las universidades como de los institutos técnicos y tecnológicos. En este sentido hemos desarrollado una modalidad dual en conjunto con la Cámara de Industrias Alemana y con el apoyo de la Universidad de Berlín. Esta alianza estratégica nos permitirá tener currículums validados internacionalmente.

¿Cuál es la estrategia para que la modalidad dual sea el enlace entre la formación y el empleo?

El sistema de pasantías en la educación superior era un engaño social. Muy pocas veces las pasantías suplían las necesidades de los estudiantes para desarrollar sus habilidades adquiridas en la formación superior. Mientras que la modalidad dual demanda una responsabilidad por parte del empleador y trabajador, para que la empresa se convierta en un laboratorio de prácticas comprometido con que el estudiante aplique en el campo sus conocimientos.

¿Cuál sería el tiempo total de estudio y de modalidad dual, tanto para los institutos técnicos como tecnológicos?

En total dos años para técnicos y tres para tecnólogos. Pero desde el primer semestre los estudiantes tendrían una carga horaria de aprendizaje en el ámbito laboral, lo cual representa un equilibrio significativo. La formación no es únicamente teórica; en la práctica se ven los verdaderos problemas y discusiones a las cuales deben enfrentarse los estudiantes. Por esta razón, en un semestre, la mitad de créditos la tendrá en el aula y la otra mitad en la empresa o laboratorio.

Puede darnos un ejemplo sobre la necesidad de la modalidad dual...

Un médico especialista no recibe la mayor parte de su formación en el aula. Debe hacerlo en el hospital, donde se enfrenta con casos reales y va aprendiendo en la práctica. Lo mismo para carreras técnicas como un soldador. Él no puede aprender a soldar leyendo libros, tiene que hacerlo en contacto con los materiales, maquinaria y equivocándose con las aleaciones para tener aciertos poco a poco con la manipulación de los elementos.

¿Qué ofertas académicas tendrían estos institutos?

En realidad tenemos dos tipos de institutos. Los territoriales, que ofrecen varias carreras, y los sectoriales, que son especializados, es decir, un área específica. Hay alrededor de 80 carreras y se espera que  estén abiertas a la ciudadanía  el próximo año a través del examen nacional para la educación superior (ENES). Algunas de las ofertas académicas que ya están desarrolladas son el mantenimiento de plataformas, manejo web avanzado, instalación y mantenimientos de servidores en tecnologías de información y comunicación.  

En Quito, ¿dónde se  construiría el instituto técnico y tecnológico?

Hay un acuerdo con el Municipio para la construcción de un instituto técnico y tecnológico en carreras turísticas, como administración hotelera y guía turística. Será en el centro de la capital, en la calle Ambato, entre Venezuela y García Moreno. Este espacio se encuentra en proceso de restauración y tiene alrededor de 4.000 metros cuadrados.

¿Cuál ha sido la inversión destinada para este proyecto?

308 millones, de los cuales 192 millones 851 mil serán destinados para la adquisición de terrenos y adaptaciones de construcción; 113 millones 622 mil para la adquisición de equipos y maquinarias, y 2 millones 30 mil para gestión del proyecto y preparación de docentes.