La semana pasada, Elkin cumplió 27 años y no pudo celebrar junto a su madre o hermano. Es el único miembro de su familia que se encuentra en Ecuador. Hace año y medio llegó a Guayaquil huyendo de amenazas que le hizo un grupo armado en su natal Cali, Colombia. “En la zona en donde yo estaba se ve mucho conflicto porque hay muchas pandillas de barrio. De un lado no te puedes pasar a otro porque si lo haces te matan”, comentó.

En el país hay muchos casos como el de este joven, personas que viven separaciones familiares y están solas. El Ministerio de Movilidad Humana indica que en Ecuador viven 60.500 refugiados, de ellos, el 98% son colombianos. Datos parecidos revela la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), agregando que Colombia presenta la mayor población de desplazados del mundo: alrededor de 3,9 millones.

Las estadísticas no son nuevas, tampoco el hecho de que la mayoría  de los refugiados habita en zonas urbano-marginales. El año pasado la Acnur, en colaboración con dos organizaciones, realizó un reporte en 6 barrios de Guayaquil (Bastión Popular, Florida Norte, Fragata, Guasmo, Monte Sinaí y la Isla Trinitaria) para determinar las condiciones de las personas que huyeron de sus países.

De los 866 encuestados, el documento menciona que 56% son mujeres y 44%, hombres con nacionalidad colombiana.

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Lo preocupante de las nuevas encuestas, según el jefe de Oficina del Acnur en Guayaquil, Manuel Dos Santos, es que el 55% de los casos no cuenta con documentos. “Es una persona que no existe para nadie, ni estadísticamente ni para el acceso a los derechos”, manifestó.

El informe también indica que la mayoría de personas tenía una necesidad de protección legal y física, como la falta de acceso a servicios básicos. Dos Santos agrega que el 3,5% tiene un empleo bajo relación de dependencia, mientras que el 25,73% no tiene empleo.

Por lo general, personas como Elkin viven en lugares empobrecidos y cuando salen del sector enfrentan discriminación. “Al principio no salía porque no conocía a nadie. Hasta para comprar un cigarrillo me daba pena porque recibía malos tratos luego de que escuchaban mi acento colombiano”.

Después de pasar por el acogimiento de varias familias, llegó a la vivienda de Aída, una jubilada de 70 años que lo aprecia como su hijo. “Él es muy amable, es una persona bien honrada. Mis hijos lo aprecian mucho porque se ha sabido ganar la voluntad”, aseveró Aída.

Pese al buen recibimiento de sus vecinos, Elkin dijo que no se siente tranquilo porque no cuenta con el carné de refugiado. “La discriminación es mucha, a pesar de que uno tenga sus estudios, si uno no tiene los papeles legales no puede hacer nada”, afirmó el joven, quien es auxiliar de salud ocupacional.

Dos Santos expresó que actualmente hay un documento que permite mejorar la estabilidad de una persona refugiada. Se trata de la Visa de Residencia Temporal Mercosur, que es un documento dentro del pasaporte. “Cuando la persona la obtiene, puede sacar una visa de residente permanente y justificar un ingreso de por lo menos 2 salarios básicos mensuales y estar registrado en el sistema de los aportes del IESS”, explicó.

Elkin señaló que desde los primeros días que llegó a Ecuador está en busca del documento que lo acredite como refugiado. A nivel latinoamericano existen aproximadamente 70.000 personas a las que se les ha otorgado refugio. Ecuador recibe un promedio de 890 solicitudes al mes, según datos de las entidades involucradas, como el Ministerio de Movilidad Humana.

Además, el Estado ecuatoriano ha destinado $ 60 millones para el trabajo con los ciudadanos de este grupo en particular. Mientras que más de 30.000 niños y jóvenes originarios de otros países, principalmente colombianos, estudian en instituciones educativas públicas desde 2010.

Los conflictos armados y violencia son la causa principal para el desplazamiento forzoso. Así sucedió con Elkin: “En mi barrio prevalecía la ley de las pandillas. Hubo gente que llevó a familiares a reuniones y terminaron muertos”. Hoy el joven dice estar feliz en Ecuador, pero espera dos cosas: solucionar su estatus legal y que las otras personas lo traten sin discrimen.

DATOS

Hoy, cuando se recuerda el Día Mundial de los Refugiados, la Acnur hace un balance de la situación de este grupo poblacional: hay 45,2 millones de personas desplazadas.

Del total, unos 15,4 millones son refugiados: 10 millones de personas bajo el cuidado de la Acnur y 4,9 millones de refugiados palestinos registrados bajo la Agencia de la ONU para ciudadanos de Palestina.

Datos de la Acnur indican que el 46% de los desplazados son niños. “Las consecuencias de esta ruptura violenta y de apartar a los menores de sus hogares es de suma gravedad”, indica un informe de la agencia.

En Ecuador, además de colombianos (grupo mayoritario), el 2% de los refugiados son de Cuba, Afganistán, Perú, Irak, Rusia, Pakistán y otras naciones, según el Ministerio de Movilidad Humana.
La mañana de ayer tuvo lugar en la plaza San Francisco, centro de Guayaquil, un evento con refugiados colombianos y personas de dicha nacionalidad que tramitan la solicitud de refugio.

En el lugar se realizó la bandeja paisa más grande de Ecuador, así como una exposición del trabajo que hacen los refugiados colombianos (artesanías, manualidades, comida, artículos para el hogar).

“Mi nombre es Samuel Díaz, no soy sicario ni chulquero, estoy trabajando”, relató uno de los refugiados que participó en el evento. Es de Cali y afirma que tuvo que huir de su país debido a las “vacunas”, una forma de extorsión de la guerrilla y paramilitares.