“Eliminar la tercerización fue un logro importante”
El ex viceministro de Trabajo, Tito Palma Caicedo, considera que el movimiento sindical ecuatoriano está muy debilitado y ha perdido la perspectiva de su lucha.
Palma ha participado en la actividad laboral desde diferentes sectores públicos y privados, ha sido sindicalista, Subsecretario de Trabajo y durante treinta años se ha desempeñado como docente universitario. En 2008, siendo Viceministro de Trabajo, fue posesionado como Vicepresidente de la 98° Conferencia Internacional del Trabajo que se realizó en Ginebra.
Ha dedicado gran parte de su vida a la defensa de los derechos de los trabajadores, desde diversos sectores. ¿Por qué le apasionan los asuntos laborales?
Desde mi etapa estudiantil secundaria ya era un dirigente sindical y un activista social. En la vida uno debe tomar opciones y la mía fue la lucha por los derechos de los trabajadores. Me gustó mucho el derecho laboral porque buscaba mejores condiciones de vida para la gente y fue así como ingresé a la Universidad Estatal de Guayaquil, donde me incorporé como abogado laboral y me involucré más con los movimientos sindicales.
¿Cómo fueron sus inicios como sindicalista?
Me tocó vivir la etapa de la dictadura militar (1972-1976), en que la lucha del movimiento sindical era muy fuerte. El Frente Unitario de Trabajadores (FUT), que era la conjunción de varias organizaciones de trabajo, realizaba jornadas nacionales muy significativas para la sociedad. Lastimosamente, nunca se llegó a concretar lo que hubiera sido el ideal para el movimiento obrero, que era crear la central única de trabajadores que aglutine a todos los trabajadores del país y no a diferentes fracciones como ahora, porque el movimiento está dividido.
¿Por qué surgió está división?
Porque perdieron la perspectiva como clase trabajadora y se volvieron muy economicistas, incluso servirles y se han movido al vaivén de los gobiernos. El movimiento obrero está muy debilitado, unos lo atribuyen al régimen de flexibilización laboral y otros a diferencias ideológicas; pero lo cierto es que ha perdido la visión como clase laboral.
¿Considera que el actual marco legal consagra los derechos de los trabajadores?
En la nueva Constitución se ha ampliado el derecho al trabajo, cosa que no se contemplaba en textos anteriores, aunque en algunas disposiciones pueden notarse pequeñas regresiones. Por ejemplo, antes existía el respeto a la contratación colectiva y nadie la podía cambiar unilateralmente, esa mención ya no existe y se ha permitido que algunos derechos sean vulnerados, alguna veces con justificación, otras no.
Pero ha servido para frenar los abusos de ciertos sindicatos del sector público.
Es cierto que en el sector público se venían cometiendo abusos, extralimitaciones en los derechos de los trabajadores, porque el Estado no era fuerte para defender sus propios derechos; pero esos abusos fueron corregidos a través del Mandato 08, luego con los decretos 1701 y 225.
Muchos dirigentes sindicales critican estas disposiciones. ¿Usted las respalda?
Hasta cierto punto sí, aunque no comparto los mecanismos de cómo se produjo la revisión de los contratos colectivos porque no puede darse mediante una imposición. Toda imposición es una violación a la libertad individual. Lo que hubiera creído más conveniente es que se establezcan parámetros y límites, pero negociados por las partes hasta buscar un punto de equilibrio.
¿No se dio ese consenso?
No, porque se dieron ciertas imposiciones, pero tampoco hay que negar que se han ido restableciendo ciertos derechos.
Entonces, ¿qué acciones destaca de este Gobierno a favor de la clase laboral?
Si hablamos de las cosas positivas del Gobierno de Rafael Correa, uno de los logros más importantes, definitivamente, fue la eliminación de la tercerización laboral; porque vivimos más de diez años bajo este régimen de flexibilización, que prometía dar más trabajo, más producción, pero no se logró nada.
¿Usted participó en el proceso que llevó a la eliminación de las tercerizadoras?
Sí, tuve el privilegio de ser Viceministro de Trabajo cuando se eliminó la tercerización, esto fue una oferta de campaña del presidente Correa y la cumplió. Eso permitió darles más tranquilidad a los trabajadores que estaban en incertidumbre. Otra de las cosas que rescato es que se ha hecho una gran campaña por la afiliación de los trabajadores a la seguridad social. También se ha reivindicado el derecho de trabajadores que eran considerados “menores” como las empleadas domésticas o los operarios de artesanía.