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El vicerrector, óscar mejía, recuerda cómo antes había filtraciones en las aulas
El Vicente Rocafuerte luce su patrimonio
El piso adoquinado del colegio Vicente Rocafuerte muestra desde la puerta principal un remodelado establecimiento, muy diferente a aquel que hasta hace unos meses llamaba la atención por sus ventanales rotos, grafitis en las paredes y basura acumulada en el exterior.
Desde hace tres semanas los 4.866 estudiantes ocupan las 60 aulas intervenidas, luego de la emergencia decretada por el presidente de la República, Rafael Correa, en agosto de 2014, ante la precaria infraestructura que tenía la institución.
El vicerrector del colegio, Óscar Mejía, ha permanecido 38 años en el plantel, desde sus inicios como estudiante vicentino en 1977. Él fue testigo del deterioro de las instalaciones, de las que asegura solo se había hecho mantenimiento al inicio de clases de cada periodo.
“En el año 1981 yo era alumno y hubo un temblor fuerte, pensé que nuestro colegio se caía. En 1983, cuando nos estábamos graduando hubo el fenómeno El Niño y se inundó por todos lados, en las paredes se filtraba agua y jamás se hizo una reparación integral, pero hoy vemos una institución renovada no solo en la parte estructural sino técnica y científica”, señala Mejía.
La remodelación del plantel que tuvo una inversión total de $ 14’582.498,85 incluyó la optimización de los espacios que ya existían y la recuperación de otros que habían dejado de funcionar por las falencias que poseían.
Valentina Rivadeneira, subsecretaria de Educación de la zona 8, compuesta por los cantones Guayaquil, Durán y Samborondón, explica que la repotenciación del plantel se realizó en tres fases.
La primera comprendió los estudios técnicos, es decir, la consultoría de la parte patrimonial del plantel que tiene 173 años y de los bienes en general. “Se hizo la instalación de aulas móviles tipo campamentos para que los estudiantes no tengan que movilizarse de la unidad educativa, excepto un grupo pequeño que estuvo en las aulas del colegio Ati II Pillahuaso”.
La segunda fase se enfocó en la intervención de las áreas no patrimoniales, como el estadio, coliseo cubierto y el auditorio, que fue inaugurado en marzo pasado, con la graduación de los estudiantes de tercero de bachillerato.
La última etapa se inició en noviembre de 2014 e implicó el trabajo de readecuación de los bloques educativos, a cargo de la constructora Adokasa. El colegio fue inaugurado hace 173 años solo con el bloque principal.
Treinta años después se adhirió otro bloque de aulas que no llevaba el mismo estudio arquitectónico del bloque original y posteriormente se construyó el bloque de la biblioteca y de laboratorios.
“De manera integral nunca se había reparado el colegio, se habían hecho unos arreglos parche, se habían realizado incrementos en la infraestructura de una forma no muy técnica, nunca se buscó precautelar el bien patrimonial sino ir solventando espacios que necesitaba el colegio”, dijo Rivadeneira.
La subsecretaria mencionó que de todos los objetos que tenían valor patrimonial, como cuadros, equipamientos y la primera imprenta del país, serán expuestos en el interior del colegio.
Un colegio multifuncional
El proyecto de intervención del colegio incluyó la inauguración de la Unidad Educativa Especializada Manuela Espejo, para estudiantes con discapacidad, en junio pasado y hoy se inaugurará la sede del Distrito 3, que cambia su dirección, de Córdova y Av. 9 de Octubre al interior del colegio, en un edificio propio. Este distrito tiene a cargo 68 planteles fiscales del centro de la ciudad.
El cambio de sede también trae consigo la apertura para que los estudiantes de las instituciones aledañas utilicen los espacios deportivos y artísticos en el programa de actividades extraescolares.
Para la vigilancia, el plantel cuenta con la instalación de cámaras en los exteriores del plantel, conectadas con el ECU-911. En el interior hay un circuito cerrado en patios y canchas, y una empresa de seguridad vigilará los otros accesos.
Andrew Cevallos, estudiante de tercer año de bachillerato, expresa que nunca imaginó que el plantel tendría un cambio total. “Ahora lo que más nos agrada son los baños, antes estaban muy sucios y prefería no entrar, pero estos trabajos han hecho que nos sintamos orgullosos del colegio que tenemos”.
Luego de 14 meses de trabajo continuo, el plantel considerado emblemático para el país hoy será entregado a la comunidad. (I)
DATOS
Los trabajos incluyeron la construcción de un bloque de 12 laboratorios. 6 son de Informática, 2 de Biología, 2 de Física y 2 de Química.
El colegio cuenta con una sala de profesores renovada, un departamento de consejería estudiantil con 20 psicólogos, salas de atención a padres de familia, un área de enfermería y oficinas administrativas.
Las obras complementarias del plantel, como la construcción de la infraestructura donde funcionará el Distrito 3 y la Unidad Educativa Especializada Manuela Espejo, tuvieron una inversión de $837.000.
La nueva infraestructura cuenta con un área deportiva que comprende el coliseo cubierto, el estadio reglamentario con césped sintético, pista atlética, piscina, 6 canchas de uso múltiple y 4 canchas de handball. También se habilitó el auditorio, una sala para practicar teatro y otra de música.